En Pico la historia se hizo pública a través de una maniobra que perjudicó a la empresa “Juan Carlos Narcisi SRL” a la que le sustrajeron alrededor de 500 millones de pesos, pero hechos similares fueron trascendiendo y denunciándose con el correr de los días.
En ese marco, el Fiscal General de la Segunda Circunscripción Judicial, Armando Agüero sostuvo que “sorprende la cantidad de estafas, son muchísimas. Sabíamos que a partir de la digitalización de las ventas esto podía empezar a pasar, porque ya no hablamos de compra de bienes con choques sin fondos o la venta de automóviles que no tenían documentación; después comenzaron las estafas a partir de ‘hackear’ el WhatsApp, engaños para que las víctimas entregaran usuario y clave de su cuenta, ‘cuentos del tío’ o ‘secuestros virtuales’, que necesitaban de una logística bastante básica”.
“Hoy los hechos que vemos ya no tienen que ver con situaciones de descuido o imprudencia de las víctimas, sino que estamos observando que muchas veces hay fallas en los sistemas bancarios. Lo que ha pasado en estos últimos meses, es que delincuentes se han metido en esos sistemas, vulnerando mecanismos de seguridad, inclusive hasta el reconocimiento facial, patrón, token y demás, lo que evidentemente son fallas en el sistema”, añadió el funcionario judicial.
Agüero informó que “las propias entidades financieras reconocen las fallas en el sistema y le devuelven el dinero a sus clientes. Queda en evidencia que estas estafas son realizadas por personas con mucho conocimiento sobre el tema”.
Explicó que “este tipo de acciones delictivas no están apuntadas a los clientes de los bancos, sino a los propios bancos, porque al ser una falla en el sistema son éstos los que se hacen cargo de la pérdida. Hemos vistos casos donde se quedaron con muchos millones o otros donde son dos o tres millones, que igualmente es un montón plata”.
Contó que “por información que hemos recibido de los bancos, se cree que es gente que podría estar operando desde otros países, lo hacen desde afuera de la Argentina. Hay casos de un restaurante de Pico al que le sacaron 15 millones, a un vecino de Pichi Huinca, 20 millones a partir de hackearle su celular”.
Agüero reconoció que “son hechos muy complejos de investigar porque supone que la información sobre la falla la tiene que dar la propia entidad financiera, y no quieren hacerlo porque entienden que dejan al descubierto la vulnerabilidad del sistema y temen perder a los clientes”.
Añadió que “se trata de hechos en los hay un alto perjuicio económico, donde las víctimas vienen a la fiscalía, denuncian y al otro día regresan para decir que no les interesa que se investigue, que no pueden contar nada, pero que el banco ya les devolvió el dinero. Después, la entidad financiera tampoco se presenta a reclamar la plata, por lo cual la información es muy escasa”.
Manifestó además que “todas las estafas, y actualmente estamos trabajando sobre alrededor de 200, siempre terminan siendo millonarias, porque una vez que los delincuentes se meten en la cuenta, terminan tomando el ‘descubierto’ y hasta se hacen de los créditos ‘pre-aprobados’, que para cualquier persona que tenga una cuenta abierta es de un millón de pesos, y un monto superior es para las empresas”.
Insistió con que “los bancos no se presentan en las causas penales a reclamar el dinero y creo que están confiando en que pueden perfeccionar el sistema de seguridad antes que los hechos trasciendan más y perder clientes. En estos casos se han hecho convenios de confiabilidad, devuelven el dinero y no pierden al cliente”.
El fiscal general aseguró también que “mucho del dinero que sale de las entidades financieras terminan en cuentas de billeteras virtuales. También hemos tenido casos que titulares de estas cuentas virtuales fueron estafados, pero lo que ocurre es que generalmente el monto que se maneja allí es menor, pero la mayoría de las estafas se dan a entidades crediticias”.
Agüero dijo además que “lamentablemente hoy las víctimas no pueden hacer nada para evitar estas estafas, porque no han hecho nada para permitir que se produzca el delito. En todos estos casos, no hemos observado acciones imprudentes de parte de los damnificados para que se provoque la estafa”.
Igualmente aclaró que “más allá del poco interés que los bancos han mostrado para que se aclare la situación, debo decir que no nos han retaceado información, cada dato que hemos pedido nos ha sido dado, por eso tenemos que ser prudentes y no generar un descrédito en entidades que tienen una gran cantidad de clientes. No queremos provocar una afectación mayor a la que queremos solucionar, por eso también es menester decir que no nos ha tocado pedir información a alguna entidad financiera y no recibir respuestas. Sí nos ha pasado que la víctima, que hizo la denuncia, se desentiende de la causa porque le devolvieron la plata y le borraron la deuda”.
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