El ejercicio de la profesión médica tiene, según mi opinión, tres facetas o momentos. Uno es la lectura permanente, la necesidad de actualizarnos nos obliga a continuar estudiando, de a ratos, con más o menos tiempo, en diferentes horas, con o sin ganas debemos mantener esa solitaria y poco valorada tarea cotidiana. La segunda faceta es la asistencial, la más difícil y bella.