En el comienzo de la charla mantenida con este medio gráfico, Edreira explicó que tras completar el nivel secundario en el Colegio Nacional, decidió cursar estudios en la ciudad de Rosario, que culminó a fines de 1973. Así fue que en el mes de mayo del año siguiente “mi papá me prestó una vidriera de su negocio, la Joyería El Tic Tac, y así empecé”, recordó.

Los primeros pasos como óptico piquense los dio en un local de calle 20, cercano al que ocupó luego, a fines de la década de 1980, y en el que continúa actualmente.

Cuando Edreira terminó sus estudios secundarios “no había un test vocacional, lo clásico era estudiar medicina, abogacía o contador publico, y yo no tenia nada decidido. Pero un día un viajante que le vendía joyas a mi papá, y a su vez armazones a una óptica de General Pico, le sugirió a mi padre que yo podía estudiar óptica, que era una linda carrera, y así fue que decidí probar y me gustó”.

Los estudios terciarios los cursó en el Instituto Politécnico General San Martín, dependiente de la Universidad de Rosario “el mismo lugar donde estudió y se recibió Carlos Reynaldo Jaekel, quien figuraba en una placa reconociendo a los primeros egresados”, señaló en relación a un periodista que se destacó en la redacción de La Reforma.

Edreira sostuvo que tras estudiar durante cuatro años fue parte “de la primera promoción de contactólogos” de la Universidad de Rosario, y uno de los pioneros en la provincia de La Pampa en esa especialidad.

“Arranqué el 24 de mayo de 1974, día en el que cumplía años mi padre, por lo que a la noche corrimos los mostradores de la joyería y festejamos, con el agregado que a las 0:00 horas del 25 de Mayo se inauguró el sistema de luces de mercurio, que ahora fueron reemplazadas por LED. Esas primeras luminarias fueron compradas con el apoyo de todos los comerciantes del centro”, puntualizó.

Asimismo, explicó que tras trabajar un par de semanas, a comienzos del mes de julio se produjo el fallecimiento del general Juan Domingo Perón, motivo por el cual “hubo duelo durante una semana, tiempo en el que tuve que tener cerrado”, rememoró entre risas, ya que sus ganas de trabajar eran muchas.

Un par de años después “explotó todo con el ‘Rodrigazo’, y en ese momento yo había sacado créditos en todos los bancos; pero la verdad es que la devaluación que hubo me terminó beneficiando, ya que había comprado algunas máquinas”.

“Después vinieron los años ‘80, por suerte con la vuelta a la Democracia y el gobierno de un gran demócrata como fue Raúl Alfonsín, donde lamentablemente la inflación fue tremenda y hubo que adelantar las elecciones”, agregó el entrevistado sobre otra situación económica que tuvo que atravesar al frente de un comercio.

Más adelante “tuvimos la época de Menem, con el plan de convertibilidad y el famoso 1 a 1, donde los precios se mantenían”; al tiempo que en el 2001 “la situación fue muy difícil porque se rompió la cadena de pago”.

A modo de síntesis enfatizó que “el comerciante tiene que adaptarse a las circunstancias” que atraviesan a la Argentina toda; y resaltó que “a mi me fue bien, no puedo decir nada”.

Mirando el presente Edreira expresó que “estamos bien” y confió que “el negocio para mi es como un hijo, al que siempre lo ves chiquito. Cuando arranque no tenía empleados, ni nada, y después fui necesitando uno, después dos, y más adelante abrimos sucursales en Intendente Alvear, Eduardo Castex e Ingeniero Luiggi. La verdad es que fuimos creciendo y en este momento en la órbita del Tic Tac hay alrededor de 25 familias, que no es poco”, recalcó.

Cambios tecnológicos

En otro tramo de la charla, Edreira observó que para crecer debió aggiornarse a los cambios tecnológicos y también capacitarse en su profesión. “Ahora cambió todo, hay ventas online, los cristales son de distinto material y hay máquinas automáticas”, para responder a una demanda creciente, ya que cada vez más gente usa anteojos, debido a una permanente exposición visual a pantallas de teléfonos celulares y computadoras.

“Las ópticas son fundamentales para responder a los problemas visuales, que cada vez hay más por las exposición a las pantallas. Hoy se ve mucha más gente usando anteojos que antes”, comparó.

Edreira repasó luego que pocos años atrás, en tiempos de pandemia de Coronavirus, las ópticas no fueron consideradas “esenciales” al comienzo del aislamiento social obligatorio, pero poco tiempo después sí, por tratarse de un rubro vinculado a la salud, ya que “los anteojos son fundamentales para muchas personas, principalmente de 45 años en adelante”.

Consultado por la venta ilegal de anteojos recetados y de sol, el comerciante dijo que “esto pasa desde la época de la convertibilidad, cuando se desreguló por obra de Domingo Cavallo”, y apuntó que “en la provincia hay una ley que se sancionó años atrás y dice que la venta de anteojos tiene que ser exclusivamente en ópticas, cosa que tenemos la esperanza que algún día se cumpla”.

Finalmente, el entrevistado manifestó que “el negocio te da y te quita. Yo siempre fui para adelante y voy a seguir igual”; y rescató la figura de su hijo mayor Jose Carlos a quien definió como “un verdadero empresario” totalmente vinculado a los avances tecnológicos, mientras que a título personal dijo: “yo soy comerciante”, y envió un saludo afectuoso a sus colaboradores, clientes, proveedores y amigos.

Promoción

Párrafo aparte para señalar que en el marco de su 49º Aniversario fundacional “Optica Contactología El Tic Tac” implementa hoy una gran promoción que pueden aprovechar sus clientes, ya que “por único día, con la compra de los cristales de receta te llevás el armazón de regalo”, anunciaron desde la empresa, y añadieron que quienes se acerquen al comercio de calle 20, deben hacerlo con una receta extendida por un profesional oftalmológico.