“Hay aproximadamente cien en la zona de General Pico, otros doscientos en Santa Rosa y Toay y los demás distribuidos en el resto de la provincia. Del total, un cuarenta por ciento corresponde a profesionales mujeres y el porcentaje restante a hombres. También hemos segmentado la matrícula en edades porque nos ayuda a planificar actividades en función de los diferentes intereses”, explicó el presidente de la entidad durante la entrevista con La Reforma.
Planificar
Guillermo Blanco ejerce la profesión desde hace veinticinco años. Durante el diálogo con este matutino reflexionó sobre los cambios que se aprecian en el ejercicio de la actividad. “Uno tiene la misma visión que cuando se formó, y se sigue en la arquitectura con la misma pasión. La semana pasada participamos del segundo encuentro de la Federación de Arquitectos a nivel nacional. Allí, al salir de una de las charlas, nos pidieron que eligiéramos una palabra que, según el criterio de cada asistente, sirviera para sintetizar nuestro sentir sobre la profesión. Y yo elegí la palabra “planificar”. Hace años hubiera dicho “diseñar”. Pero lo que uno hace diariamente, tanto en la institución, como en la profesión y en la vida diaria, es planificar”, argumentó.
“Las nuevas generaciones tienen otro dinamismo, con otras formas de definir las situaciones. Son mucho más resolutivos, más prácticos, cuando, como contraste, nosotros éramos más conceptuales, buscábamos más argumentaciones para nuestra realizaciones. Creo que estas diferencias van de la mano con las nuevas tecnologías, como así también con lo rápido y lo superficial que se mueve todo en comparación con la época en que nosotros nos recibimos y comenzamos a ejercer la profesión, hace ya unos cuantos años”, evaluó el arquitecto piquense.
“Todo tiene sus pros y sus contras pero creo que capitalizándolo es muy positivo porque ayuda a tener otra dinámica de la institución y del ejercicio profesional. A veces se saltan pasos o se obvian algunas responsabilidades, pero nuestra institución debe estar siempre atenta para que eso no ocurra porque ante la sociedad tenemos que brindar una garantía de responsabilidad”, remarcó.
Crisis económica
La crisis económica a nivel nacional incide sobre todas las actividades sociales y profesionales. En el caso de la arquitectura “en el desarrollo de la profesión a nivel privado, se conjugan el movimiento y el cambio de los precios con la presión de los clientes, que razonablemente quieren sacarle el mejor provecho a la inversión que van a realizar, ya sea para uso personal o para algún emprendimiento. Pero, por otra parte, los organismos públicos tienen la misma celeridad de siempre, o en algunos casos menos, para completar los trámites obligatorios para las diferentes obras. En algunos municipios no se dinamizó. Entonces por un lado está la gestión del trámite y por el otro lado la presión del comitente. Y el arquitecto está en el medio, tratando de resolver todo en el lapso más breve posible para brindar el mejor servicio”, describió Guillermo Blanco.
Excepción y elogio
“El proceso es largo, porque tiene todo el trámite oficial y luego viene el momento de ejecutar la obra. Pero estamos hablando de lo que ocurre a nivel general. Hay excepciones, como el caso de la Municipalidad de General Pico, que es modelo en la provincia en cuanto a la gestión de los trámites por la celeridad con que se desarrollan. Es para destacar la tarea que desarrollan en la Dirección de Obras Públicas y Particulares, a cargo de Javier Caregio”, destacó Blanco.
“Hay otros colegios profesionales, como el de Córdoba o el de Buenos Aires, con 13.000 y 20.000 matriculados, respectivamente, que han hecho encuestas sobre cuál es la mayor problemática para el ejercicio de la profesión. Y siempre el porcentaje más alto de las respuestas identifica el problema central con la gestión de los municipios. Entonces, por contraste, es para destacar lo que ocurre en Pico”, insistió en señalar el directivo.
Normas y criterios
Otra de las problemáticas que afectan negativamente el ejercicio de la arquitectura es “la falta de unificación en las normas y criterios oficiales” para la realización de los trámites previos a las obras. “No es lo mismo presentar un trámite en Santa Rosa que hacerlo en Pico o en Realicó. En todos lados piden carátulas diferentes, formas y procedimientos distintos también. Y a nivel nacional ocurre lo mismo. Sin embargo, Santa Fe, que junto con Córdoba son las dos provincias con más municipios a nivel país, logró un órgano rector en el tema. Y lo que se pretende, en general, son cosas comunes, no complejas, como por ejemplo que haya un modelo único de carátula para los proyectos”, indicó Guillermo Blanco.
“En ese sentido -distinguió- es un logro que para el Foro (del sábado 2) los representantes de los organismos oficiales hayan aceptado concurrir a dialogar y a intercambiar sobre el tema. Después se empezará a trabajar para lograr las modificaciones”, anticipó.
Años de crecimiento
En los últimos años, a pesar de la pandemia, la actividad de los arquitectos y las arquitectas fue en constante crecimiento.
“Vemos que en comparación con 2020, en 2021 se presentó un cincuenta por ciento más de trámites. Pero ya el 2020 había sido mejor que el 2019. Y hay otro antecedente, el de 2018, que fue un año muy bueno, con un 15 por ciento más de trabajo que en el año precedente, cuando nosotros asumimos esta gestión en el Colegio”, resumió el presidente de la institución.
A la expansión de la actividad en 2021 contribuyó también la escalada inflacionaria general, “porque a la hora de invertir el dinero y sacarle el mayor provecho posible siempre es una muy buena opción el mercado de la construcción. En cualquier blog, de cualquier economista, el ladrillo está por encima del dólar y el plazo fijo”, resaltó Blanco sobre el final de la entrevista.
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