Ahora la pregunta es ¿Es tan anormal verla? Y la respuesta es que no, es un ave nativa de La Pampa y es habitual encontrarla en los alrededores de la ciudad.
¿Es un comportamiento extraño? La verdad que estaría bien ubicada cerca de mucha comida, palomas por doquier, de todos los colores y tamaños, agua en las fuentes y arboles altos que le permitan perchar para dormir, teniendo en cuenta que es un ave de alrededor de un año (por la coloración de sus plumas), el ser bastante confiada y dispersarse de su lugar de origen tampoco es extraño, es un ave rapaz, solitaria que se alimenta principalmente de mamíferos medianos como roedores, pero también de lagartijas, culebras, aves y algunos invertebrados .
Lo extraño era que por un momento más de 20 personas la rodeaban para contemplarla o sacarle una foto, realmente ver un ave de ese tamaño y porte es un espectáculo maravilloso, el águila mora macho puede llegar a medir 63 cm y la hembra es notoriamente más grande con 78 cm. Casi el doble de alto que un chimango para que nos ubiquemos y tiene una envergadura de alar de 149 a 184 cm, lo que la convierte en una de las aves más grandes de La Pampa y de Argentina.
Posee dimorfismo sexual, o sea que tenemos diferencias entre el macho y la hembra, en vuelo tienen una forma triangular creada por una cola corta y redondeada y alas muy anchas. Imaginen que sorpresa!.
¿Qué tenemos que hacer ante estos hallazgos? Sí vemos que el ave está sana, tomarle una foto, contemplarla y dejarla tranquila, sola encontrará destino y avisar al grupo de avistadores de aves de General Pico,“obvio” para que registremos el hallazgo.
Sí notamos que algo anda mal y necesita ayuda, tengamos claro que ningún grupo por más buena intensión que tenga puede intervenir, como ciudadano común debemos llamar a Fauna 02302 15212185 y un profesional debe encargarse de evaluar el estado del ave y su destino final.
No nos olvidemos que nuestros hermosos amigos emplumados son portadores de enfermedades que pueden matar al humano, y en La Pampa somos testigos de varios casos como por ejemplo la psitacosis, un ave en libertad es una historia, un ave enjaulada y estresada es otra.
¿Cuál fue el final de la historia? Sin exagerar en el tiempo que estuve mirándola podría decir que cientos de piquenses se llevaron en su celular la foto del águila mora, luego llego Diego La Porta, veterinario de la delegación de fauna de la ciudad y con ayuda de la Policía y de Juan José Tamagnone, del grupo de avistadores de aves de la ciudad, capturaron al ave, que será evaluado en su estado y destino.
Final feliz para un día en que la naturaleza con regalo una hermosa vista. (Colaboración Margarita Cervio)