DOMINGO 07 de Diciembre de 2025
 
 
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Segunda parte: “Avanzan las reformas”...

Era un anuncio que se había realizado hace meses y cuyas aristas legales fueron objeto de análisis durante la disputa que se originó sobre el contenido de la original Ley Bases, luego modificada y reducida a la mínima expresión.

Ese recorte dejó afuera gran parte de las transformaciones que procuraba instaurar el Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, y que contaba -y aún cuenta- con el apoyo del presidente Javier Milei.

Muchas de las normativas que se reformularon se concretaron con el poder que le confirió el Congreso Nacional a la figura presidencial, al otorgarle Facultades Delegadas por el período de un año.

Quedaron en el tintero modificaciones estructurales de fondo, que tenían notable incidencia en el fuero laboral-empresario, que responde a una flexibilización del sistema actual y a la eliminación de la denominada “industria del juicio” que se tornó nefasta para todos los emprendimientos Pymes y otras áreas laborales, dado que a consecuencia de la incidencia que alcanzaron -económicamente- en las empresas los juicios, tuvieron que acceder o cerrar sus puertas.

La realidad indica que Argentina, en contraposición a los sistemas que existen en el mundo donde el poder gremial alcanzó un nivel de clara competencia con el sector empresario, dado que impusieron -en muchas oportunidades- condicionamientos al sector que pretendía reformular sus plantillas, tuvieron que declinar de hacerlo y finalizaron con un cierre.

Hoy, en las puertas del comienzo de la segunda etapa del mandato de Milei, ya se conocen los primeros temas que merecerán tratamientos legislativos: avanzarán con las reformas laboral y tributaria.

La primera de ellas ha generado profunda preocupación en los ámbitos gremiales que pretenden tener injerencia en sus formas y ser partícipes de las discusiones que -indudablemente- se plantearán, fundamentalmente desde el ámbito jurídico.

La reforma laboral buscará reducir la litigiosidad y agilizar los procesos de contratación y despido, para que las empresas puedan ampliar su capacidad de empleo sin riesgos legales excesivos.

Sin lugar a dudas, ésta apunta a mermar la incidencia de los profesionales de la abogacía, quienes -en algunos casos- constituyeron una traba, consistente en las fórmulas económicas que podrían llegar a pactarse con los empleados que las empresas decidieran prescindir.

La cuestión laboral se viene discutiendo en el Consejo de Mayo. La iniciativa, impulsada por la diputada nacional Romina Diez bajo el título de Ley de Promoción de Inversiones y Empleo, y acompañada por un grupo de legisladores de distintos bloques, propone un ambicioso proyecto de ley: ampliación de la jornada laboral, flexibilización de convenios, indemnizaciones en cuotas y otras transformaciones.

Este esquema del trabajador -no dudamos- será motivo de discusiones e intercambio de ideas hasta que pueda arribarse a un sistema adecuado que permita al empresariado, respetando al trabajador en su función, reacomodar su estructura para darle continuidad y no convenir que la única salida es el cierre, será, según se adelantó, el primer proyecto de ley que ingresará al nuevo foro legislativo que se constituirá en diciembre.

También se preparan las reformas tributarias, incluida ganancias, un ítem que ha merecido innumerables reclamos y que deberá ser analizado cuidadosamente en tanto no debería afectar a sectores vulnerables como jubilados.

También se habla de eliminación de impuestos, reajustes y reformas tributarias que no conspiren con el desarrollo y el crecimiento productivo de la Argentina.

Todo un “vademécum” de leyes que merecen aggiornarse a los sistemas de un mundo tecnologizado que está provocando una notable transformación en las formas de producción y comercialización, generando un nuevo sistema de competitividad, que ha rezagado a los sistemas de los países emergentes.

Javier Milei está evaluando los tiempos y la rotunda victoria obtenida a nivel país, sumado a los gestos del presidente Donald Trump -que no solo lo felicitó sino que aseguró mantener el apoyo- son hechos que le han brindado una confianza que había comenzado a desaparecer.

Esto generó que los cambios se vayan produciendo en la medida que el presidente libertario considere necesario hacerlo. La renuncia de Mariano Cúneo Libarona quedó en suspenso y la figura de Guillermo Francos sigue siendo motivo de discusión, sin definir su destino.

Milei respaldó la fortaleza de su hermana Karina y la de Santiago Caputo, asesor aún sin definir si se suma con cargo o se le crea una jefatura integral que tenga vigencia sobre todo el resto del gabinete, a excepción de los hermanos “presidenciales”.

Nueva mirada. Una actitud poco conocida del libertario, con más mesura y sin agresividad observada en la primera etapa, marcan un cambio que, por ahora, es difícil saber si es real o una pose asumida para evitar los contratiempos que entrañaron sus gestos déspotas e irascibles, con insultos y degradaciones de por medio.

Hay que dejar que pasen los días, el tiempo brindará la realidad de los futuros dos años a recorrer y que dan por terminado el primer mandato presidencial mileista.

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