El pampeano Waldo Martínez se hizo presente en el primer piso del Cine Gran Pampa para brindar ayer la segunda clase de este taller que contó con una importante participación de público con cupo completo.

La actividad estuvo destinada a docentes con o sin experiencia previa, estudiantes de Bellas Artes, o personas sin vínculo con la práctica del cine de animación, pero con ganas de aprender.

En diálogo con este diario, Waldo comentó que “se trató de una actividad para aprender a hacer animaciones sencillas con pocos elementos, para sacarse ese miedo que a veces tiene la gente que necesita ciertos elementos y tecnologías para esta práctica. Estoy muy contento de esta en este camino hacia el Festival de Cine”, valoró el entrevistado.

Al mismo tiempo explicó que “yo estoy sorprendido con los que vinieron al taller, me encantó lo que hicieron. Aprendí mucho, porque me dieron la perspectiva desde su mundo y me encantó y entre todos vamos a hacer algo interesante”.

“Hoy (por ayer) quedan unas horitas como para terminar las producciones que estamos haciendo, así que contentos. Es lindo estar cerca de lo que fue Filippini que fue quien empezó en Pico con esto de la animación. Seria lindo seguir sembrando esa semilla para que Pico siga siendo un lugar de donde sigan saliendo animaciones”, deslizó.

Un poco de historia

Waldo Martínez es pampeano, nacido en Macachín y en su adolescencia se fue a estudiar a La Plata. “Estoy produciendo animaciones, ilustraciones, y diseños, en ese campo voy a haciendo distintas cosas”, puntualizó.

Asimismo, acotó que la mayoría de sus películas no son para un público especifico, sino mas un público medio. “Lo que busco es una reflexión sobre distintas cosas de la vida”.

Sobre la elección de su carrera de animador, reflexionó: “cuando era chico vi cómo se hacían los dibujos animados en un programa de la tele en aquellos años y pensé ‘eso me gusta’. De a poco fui investigando y con la facultad me largué con todo”, sintetizó.

Nota completa en la edición papel del 31 de julio de 2022.