Alberto “Beto” Arias falleció este jueves, se fue en silencio, tranquilo, como desarrolló toda su vida. Un tipo afable, querible, que dedicó gran parte de su vida a contar el deporte como pocos podían hacerlo. Con una voz particular y una sensibilidad especial.
Integrante de una familia largamente vinculada con el periodismo, acompañó a su hermano Ricardo en algunas de sus actividades, mientras repartía su tiempo entre el relato y su actividad de viajante.
Con el correr de los años, el periodismo en general y el relato en particular fueron ganando el mayor espacio en su tiempo. Fue el iniciador, junto con sus hijos Rubén y Gustavo de la FM Sport y más tarde La Red Pampeana.
En ese marco, también fue propietario de una de las primeras agencias oficiales de quiniela de General Pico.
En los últimos años “despuntó el vicio” del periodismo conduciendo un programa donde los recuerdos deportivos estaban a flor de piel. De vez en cuando se lo veía caminando por las calles piquenses, como diría Piero, “lento, como perdonando el tiempo”, pero el saludo no se lo negaba a nadie, más allá que seguramente, como pasa con mucha gente que tiene alguna actividad pública, pudiera no tener bien claro quién era ese hombre, mujer o joven que le levantaba la mano y le decía “chau Beto”.
A los 87 años se fue “El Beto” Arias. Quedarán en el recuerdo y el tintero miles de anécdotas, viajes, aciertos, errores, chistes y todo lo que generaba un ambiente más desestructurado y menos hostil que el presente; pero permanecerá para siempre en la memoria de quienes lo conocieron, esa bonomía que lo caracterizó.