DOMINGO 14 de Diciembre de 2025
 
 
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La paz que precede a la tormenta...

Es algo singular, propio de determinadas situaciones que se dan en todos los escenarios de la vida ciudadana argentina y del mundo, mostrando que tras un momento tumultuoso, controvertido y muy agitado sobreviene un lapso de tiempo de tranquilidad.

En estas situaciones se generan estadíos que marcan los cambios que operan en los seres humanos. Son naturales y de este tema mucho hablan -en la actualidad- los especialistas en el comportamiento y las transformaciones mentales que hacen que uno sea como es.

No es un síntoma solo aplicable a la Argentina, esto se produce en el mundo y fundamentalmente donde están en juego los espacios de poder, que sacan del ser humano -por regla general- lo peor que sirve como herramientas para posicionarse ante los posibles oponentes.

Si bien no ha pasado desapercibido, por lo que significan los protagonistas, debería ser un motivo de profunda preocupación que dos figuras políticas de gran poder en el primer mundo, como Vladimir Putin y Xi Jinping hayan logrado acuerdos que los materializaron con una presentación conjunta que -sin lugar a dudas- ha sacudido a otras grandes potencias.

Xi Jinping extiende la alfombra roja a su amigo Putin en Beijing en una muestra de unidad entre China y Rusia, un frente donde se comprometieron a profundizar su asociación estratégica, en una clara muestra de su creciente alineamiento ante el avance de las tropas rusas en Ucrania.

La realidad indica que no solo tiene estos alcances, que intentan acotar la significación que se desprende frente a quienes están intentando acordar una fuerza poderosa, que ponga coto al marcado expansionismo que ha mostrado el gigante oriental y su similar asiático, considerado un apéndice europeo, que mucho no conforma a los EEUU, Reino Unido, India, Japón y a las “Coreas”, tanto del norte como del sur.

Claramente es una muestra de entendimiento que consideran un freno a Occidente. La visita -la primera incursión simbólica de Putin en el extranjero desde que asumió un nuevo mandato como presidente de Rusia- es la última señal de la profundización de las relaciones, a medida que ambos estrechan sus países frente a las fuertes fricciones con las regiones occidentales.

Se va marcando con bastante claridad el divisionismo ideológico, generando y sectorizando a quienes tienen pensamientos similares y se sienten presionados por el avance de los dos grandes poderes que configuran ambos países.

Este tema creemos ha sido motivo de un tratamiento en el que se han cuidado las formas y los grandes medios del mundo las han abordado como parte de la generación de un hito diplomático, cuando todo estaría indicando que es el izamiento de la bandera de un poder al que debería prestársele más atención.

ARGENTINA TAMBIEN SE AGITA

Volviendo a nuestro entorno, la República Argentina, nos encontramos que también debería preocuparnos que se intente mostrar calma cuando en el horizonte se ven nubarrones que presagian fuertes tormentas.

El presidente liberal-anarcocapitalista, no deja de sorprender. Sus estrategias transitan un paso adelante de los que buscando más racionalidad operan en el marco de aquello que piensa la gran mayoría de la ciudadanía.

En recientes declaraciones, marca el camino de un pragmatismo que por momentos mostró, pero que posteriormente quedó relegado en las posiciones a través de las cuales marcaba las orillas de la grieta, de un lado los “leales” del otro los “enemigos”.

Javier Milei parece regresar a la etapa pragmática de su ensayo libertario. El giro terminó de evidenciarse con la decisión del gobierno de extender y ampliar un proyecto emblemático del kirchnerismo como el Ahora 12, que busca incentivar el consumo.

Claramente expuesto en sus expresiones ante los empresarios y CEOs cuando anunció “que empezará a gastar, porque ya ajustó por demás. Si, sobre reacción positiva del equilibrio fiscal, ahora podemos empezar a gastar y devolver”.

Una variable donde abandona -por un rato “la motosierra y la licuadora” abriendo la cartera para mostrarse benevolente con aquellos a los que sometió duramente a través de ajustes donde eliminó los aportes que el Estado realizaba en su nueva metodología de matar el “paternalismo protector”, dejó mucha gente con hambre y necesidades primarias sin cubrir.

Pareciera que sacó el “chupetín” para endulzar el enojo y la reacción que evidentemente se está produciendo en una parte del tejido social. Nadie puede asegurar que esto no haya sido nada más que un “jueguito para la tribuna”, pero sin lugar a dudas traslada cierta tranquilidad y de alguna manera -estratégicamente- descomprime el clima social.

Pero, conociendo los cambios del presidente Javier Milei, pocos son los que confían en su perdurabilidad.

Hay que esperar a su arribo de España, donde enfrentará el escenario legislativo del Senado de la Nación que, en parte, le ha dado la espalda, para saber cómo reaccionará y cómo definirá el objetivo del ya “debilitado” Pacto de Mayo, que ahora pareciera podría convertirse en un acto de campaña política, dándole la espalda a todo aquello que considera “La casta”.

Los nubarrones persisten y presagian momentos de nuevas tormentas. El mundo se sacude y provocan incertidumbre los resultados.

Es una tensa calma donde se describe una situación aparentemente normal que, en el fondo, esconde graves dificultades.

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