En virtud de este aniversario, La Reforma visitó las instalaciones de la firma Autotransportes General Pico y dialogó con Pedro Capellán y sus tres hijos, Juan Pablo, José Ignacio, y Víctor Manuel, quienes se encuentran llevando adelante el negocio familiar.

Las primeras palabras fueron de homenaje para “Don” Pedro Capellán, “el creador de todo esto, el que tuvo la iniciativa de arriesgarse y venir”, expresaron.

Seguidamente inició la conversación Pedro Capellán, quien contó que “vine con mi padre y empezamos un 20 de junio de 1974 a trabajar acá, no conocíamos General Pico puntualmente, vinimos de Córdoba con los colectivos junto con mi tío y mis primos. Elegimos La Pampa porque nos quedaba cerca y porque mi padre había pasado alguna vez. Nos instalamos en la vieja terminal, allí dormíamos, arriba de los ómnibus”.

“Comenzamos trabajando en la línea urbana, es más, nosotros la vimos nacer; muchos años hice la línea de Telén (la primera, en el año 1976) donde todo el camino era de tierra; pasaron los años, viajamos mucho, hasta que compramos los coches grandes y mis hijos se hicieron cargo de la empresa”, expresó.

Y continuó: “De la terminal nos trasladamos a la calle 4 entre 9 y 7, nos instalamos en unas habitaciones, luego vendimos un ómnibus (el 125) y compramos el terreno donde actualmente funciona la empresa. Nos iniciamos bien de cero, de abajo, con mucho esfuerzo”.

“Hemos tenido un gran crecimiento”

Autotransportes General Pico es una empresa de transporte público de pasajeros y privado. <EM>Ofrecen las líneas de General Pico-La Maruja; General Pico-Rancul; y a su vez el transporte ejecutivo para los dos frigoríficos, el instalado en la localidad Speluzzi y el de Trenel. “Hacemos servicios escolares y para instituciones. Además, hace casi tres años fundamos una empresa de turismo que se llama Wasabi, para la cual hacemos el servicio del transporte”, expresó Juan Pablo Capellán.

Consultado sobre los cambios a lo largo del tiempo en relación a las unidades, la tecnología y sobre lo que demanda el cliente, explicó que “vivimos años de crisis cuando iniciamos nosotros allá por el 2003, vimos que teníamos el problema de las unidades más viejas, hicimos hincapié en mejorar y agregarles tecnologías, ya que avanzó mucho esta cuestión en lo que tiene que ver con los micros, principalmente porque antes eran a bomba y ahora son a inyección, ahora hay menos roturas, son mejores que lo que eran antes; la calefacción, el aire acondicionado, la comodidad, apostamos en invertir para mejorar las unidades y los sistemas como el GPS en el micro, todas las cosas que nos puedan dar información para nosotros tener una estrategia y mejorar el funcionamiento, la fuimos adoptando y hoy en día se ven los resultados en el gran crecimiento que hemos tenido”.

Actualmente disponen de 11 unidades, casi treinta empleados y dividen las tareas entre los tres hermanos. Uno se ocupa del mantenimiento de las unidades, otro del personal y la logística y el restante, de la parte administrativa y de ventas.

“Siempre estamos buscando trabajo, tratando de mantener el kilometraje, eso nos ayuda a sostener esta estructura, que es muy grande; por suerte estamos bien organizados y la llevamos bien”, indicaron.

En relación al servicio público de pasajeros comentaron que “funciona bien, tiene altibajos dependiendo de la época; en estos momentos con el tema de la quita de subsidios por parte del gobierno nacional, esta decisión repercutió mucho en el valor del boleto que paga el pasajero, son más baratos cuando el Estado solventa una parte de los gastos, ya que si tuviéramos que cobrar el valor de lo que cuesta poner un micro en la ruta, sería casi inaccesible”.

Contexto económico

“En este momento estamos bien, trabajamos, tenemos estabilidad, fuimos armándonos para estar bien y tranquilos; si hoy en día nos atrapa esta situación económica actual con unidades viejas seguramente no podríamos haber renovado teniendo en cuenta los costos de todo; sí es cierto que bajo un poco la demanda, pero estamos bien”.

Y recordaron: “Cuando iniciamos en el 2003 la situación fue muy difícil, tuvimos que achicarnos y avanzar de a poco; fue en el 2011 cuando empezamos a crecer”.

Traslado de instituciones

“Hoy en día trasladamos al club Ferro Carril Oeste a distintas ciudades en su intervención en el Federal A; a grupos de gimnastas; a estudiantes en los viajes de egresados; a miembros de iglesias que concurren a encuentros; hacemos el servicio de transporte institucional llevando a los chicos que viven en el barrio Bicentenario a las distintas escuelas donde concurren”, contaron.

Y agregó: “Por día hacemos 1800 kilómetros entre todos los micros, yendo a los frigoríficos y dentro de la ciudad, no cerramos las puertas nunca, estamos las 24 horas”.

Vínculos con los choferes

En este punto refirieron que “somos una gran familia. Aquí los trabajadores tienen un muy buen vínculo, se juntan a tomar el café de todos los días, comen algo el fin de semana, tienen su lugar para juntarse y para dormir. Hay muchos choferes que pasaron su vida aquí y han sido parte de todo, siempre te cuentan lo que eran los micros antes, sin calefacción o aire acondicionado; pero cierto es también que hoy en día las exigencias del pasajero no son las mismas de antes y no se podría trabajar sin micros completamente equipados”.

Balance

En este tramo de la entrevista fue Pedro Capellán quien manifestó ver a la empresa “excelente, mis hijos se llevan bien y se tratan igual, somos una clásica empresa familiar. Le pido a Dios que sigan como hasta ahora”.

Posteriormente los tres hermanos recordaron anécdotas y contaron que “de chicos siempre estuvimos acá adentro, veníamos a barrer el galpón y papá nos daba unos pesos para salir el fin de semana; le echábamos gas oil a los micros y revisábamos el aceite de los mismos; también vendíamos pasajes de las líneas. La verdad es que es un gran orgullo continuar con el legado familiar y que hoy en día estemos todos juntos, estamos tranquilos y con ganas de seguir creciendo”. Y en esta misma línea anunciaron el futuro traslado de la agencia de turismo al edificio de calle 19, para lo cual se están haciendo mejoras edilicias; y está cercana, además, la posibilidad de sumar más unidades en algún momento.

Vale mencionar que al conocido espacio de calle 19 se le sumó una nueva entrada por calle 2, “para tener todas las unidades dentro de nuestro establecimiento y que no estén en la calle, por lo que ingresan por calle 2 y salen por la 19, evitando así la entrada de los micros marcha atrás”, informaron.

En este nuevo espacio hay, además del taller, un lugar para guardar neumáticos, un sitio de lavado, un depósito de elementos de limpieza, una habitación arriba del mismo habilitada para el descanso de los choferes y un quincho para compartir momentos.

“Para sostener y avanzar con todo esto hubo mucho esfuerzo de todos, lo que se ve ahora es justamente producto de eso”, completaron.