Sin lugar a dudas es uno de los factores preocupantes de los grupos interdisciplinarios que se encuentran abocados a desarrollar, desde sus formaciones profesionales, los mecanismos que permitan entender muchos de los sucesos violentos que han ocurrido y están ocurriendo en la Argentina.
El comportamiento humano, de acuerdo a la Psicología, son todas las actividades expresadas físicamente por el ser humano y todos sus procesos mentales manifestados por medio de expresiones orales, como los sentimientos y los pensamientos, que un individuo manifiesta cuando se encuentra en una situación social en la que debe resolver una forma de vida.
Existen numerosas interpretaciones, desde los pensadores más antiguos hasta los de la actualidad, que deben ir acomodando las visiones psico-sociales de acuerdo a los estímulos, que tienen mucho que ver con las formas de vida que se inician en el seno del hogar, en lo que se comparte convivencialmente, en la trama educativa, además de lo que sustancialmente van otorgando los status sociales en los que les toca vivir.
Según los últimos estudios se la denomina también Psicología conductista, el temperamento del comportamiento que estudia la relación de las personas con el entorno, cómo les afecta y cómo se adaptan a él.
“El principal objetivo de la Psicología del comportamiento se centra en eliminar o modificar estas conductas y pensamientos para que no generen malestar a la persona. También, en estudiar la conducta e investigar la evolución de las etapas del desarrollo evolutivo en las personas, como pueden ser la infancia o adolescencia, que además va unido al estudio del desarrollo físico, desde el nacimiento hasta la muerte”.
“Existen tres factores que condicionan el comportamiento: Fin. A partir del objetivo del comportamiento, la conducta toma un sentido y da lugar a su interpretación. Motivación. La conducta se ve movilizada por algo concreto. Causalidad. La conducta se produce por una causa determinada”.
La conducta también viene determinada por dos factores más: El entorno de la persona, como su forma de relacionarse con el medio físico y social. Los factores biológicos, como la genética o la alimentación.
La variedad de conductas que pueden adoptar las personas se debe a que estas viven numerosas circunstancias y son diferentes como personas. De esta forma, se corrobora que la conducta responde al fin, a un estímulo y al momento que vive la persona.
La gran pregunta es “¿Cuándo se da cuenta que trastoca el proceder normal y el por qué? Las circunstancias son numerosas, pero fundamentalmente están basadas en aquellos comportamientos que le hicieron valer desde muy niños y fueron desarrollando conductas anormales que nunca lograron comprender.
Sigmund Freud dice sobre la conducta humana que “... la conducta de una persona es el resultado de fuerzas psicológicas que operan dentro del individuo y que por lo general se dan fuera de la conciencia”.
¿Cuáles son las tres estructuras de la personalidad según Freud?
“La personalidad está integrada por tres sistemas principales: El ello, el yo, y el super yo. En la persona mentalmente sana estos tres sistemas forman una función unificada y armónica, al funcionar juntos y en cooperación le permiten al individuo relacionarse de manera eficiente y satisfactoria con su ambiente”.
“Estos factores -agrega- se deforman cuando no logran conjugarse en una persona porque está enferma y requiere atención psicológica o más profunda, psiquiátrica”.
Estas disquisiciones, surgen cuando pretendemos entender la violencia, el femicidio, la vulneración de la niñez, los excesos en todos los aspectos humanos, situación que nos convierte en lo que hoy se señala como “psicópatas” con derivaciones insospechadas frente al otro.
Varios son los factores que tienen una notable incidencia, entre ellos aparece preponderantemente “La Maduración: como un proceso complejo, gradual, que hace que termine el desarrollo psíquico y biológico en función del tiempo y de la edad. Si esta etapa esta dañada por quienes tienen que arbitrar los mecanismos para que este paso sea normal el fracaso y la frustración humana son un suceso irreversible”.
Todas las características y capacidades que adquiere el hombre en su vida son productos de dos procesos básicos: la maduración y el aprendizaje. Lógicamente, el crecimiento no se aprende sino que depende del proceso de maduración que conlleva un desarrollo biológico.
La etapa del aprendizaje es el “teorema pitagoriano” que se procura resolver. La sociedad está atravesando por uno de sus momentos de mayores conflictos psicológicos, los que -hasta ahora- son derivantes de un síndrome de violencia que debe resolverse.



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