En su arribo a la Catedral Metropolitana, cerca de las 9 de la mañana, y junto a todo su gabinete, Milei entró secundado por el Ministro de Defensa, Luis Petri; la Secretaria General de Presidencia, Karina Milei; y el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
Al llegar, el mandatario saludó a varios de los presentes, como el abrazo efusivo con Santiago Bausili, presidente del Banco Central. Luego de estrecharse en abrazos con el diputado nacional por La Libertad Avanza (LLA), José Luis Espert quien estaba junto a la diputada, Lilia Lemoine-, Jorge Macri le extendió la mano. Sin embargo, el mandatario evitó responder a ese gesto. Al lado del alcalde porteño estaba la vicepresidenta Victoria Villarruel, a quien el Presidente tampoco saludó e, incluso, ni siquiera miró.
Precisamente, la expectativa previa estaba puesta en el esperado reencuentro público entre el primer mandatario y su vicepresidenta, tras meses de distanciamiento político y personal.
El alcalde porteño respondió con una expresión irónica y, tras saludar al arzobispo argentino, se sumó al trayecto hacia el mausoleo del general José de San Martín, donde fue parte de una de las fotos principales, junto a Milei, Villarruel y el Ministro de Defensa de la Nación, Luis Petri.
Más tarde, luego de la culminación del Tedeum y del histórico cambio de guardia, del que participó Milei, el mandatario se expresó en su cuenta de X para dar cuenta de lo ocurrido en la Catedral Metropolitana.
“ROMA NO PAGA TRAIDORES. Si se es bueno con los malos (esto es con quienes traicionan, mienten, calumnian, injurian y ensucian por una mera ventajita) se termina siendo muy malo con los buenos. Fin. PD: saludos para chantalán Gutiérrez Rubí y otras basuras varias”, escribió en su cuenta de X.
También hizo otro posteo con el mismo mensaje (Roma no paga traidores) y con el video de la secuencia que se vivió durante el Tedeum.
La respuesta de Villarruel
Victoria Villarruel no dejó pasar la oportunidad de responder a la actitud del mandatario y, aunque breve, fue concisa: “No lo sé, hay que preguntárselo a él. Yo siempre saludo”, dijo la vicepresidenta en la Plaza de Mayo cuando un periodista le preguntó qué opinaba de lo que había sucedido un rato antes dentro de la Catedral Metropolitana.
A pesar de algunos gestión de distención, en el entorno del Presidente aún sostienen que es inviable una reconciliación, a pesar de que perciben señales de un intento de tregua desde el Senado. “No se puede confiar en ella”, decretan, reacios a creer lo que denominan intentos de “congraciarse” de parte de la vicepresidenta.
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