LUNES 15 de Diciembre de 2025
 
 
Compartir
Twittear
Tiene 87 años 

Esther Pregliato, una vida dedicada al trabajo

Con apenas 13 años, Esther Pregliato empezó a trabajar para apoyar en su casa a los padres, ayudando económicamente a su familia y también cuidando a sus siete hermanos menores. Los primeros años fueron de niñera en casas de familia y también la ocupaban para lavar pañales.

En los años ‘40 nada de máquinas de lavar, un recipiente grande, la tabla de madera y el jabón que también en muchos casos se hacía casero. “No llegaba a la batea, por lo tanto me ponían un banquito, después ya de más grande nos tocó en el campo, la cosecha de maíz a mano -recordó-. Recolectar significaba ponernos una bolsa alrededor de la cintura y salir con mi papá José, juntar.... era un trabajo que nos llevaba bastante tiempo a la mañana y a la tarde solamente se paraba un ratito al mediodía para comer y seguir hasta la nochecita”.

En épocas de adolescente también hacia el pan con Lucia, su madre: “El pan se hacía solamente una vez por semana, había que levantarse a las 5 de la mañana a calentar el agua y se usaban 10 kilos de harina porque el pan tenía que durar hasta el siguiente lunes”, contó.
Sostuvo que “nos dividíamos las tareas entre los hermanos y hermanas. Íbamos a la escuela que nos quedaba a algunos kilómetros del campo, algunos días nos buscaban los papás de otros compañeros de trabajo que pasaban por la tranquera y nos levantaban”.
Ya de más grande y cuando dejaron el campo para llegar al pueblo se instalaron en una quinta. Allí Esther se ocupó de asistir como empleada doméstica a diferentes casas de familia. “Recuerdo haber trabajado en varias casas; por varios años trabajé con la familia de Bartolo Góndolo, también en la casa de la familia de Domingo Costa, salía de una casa y entraba a la otra, estaban cerca, actualmente las dos casas están todavía una al lado de la otra. En una ganaba 120 pesos y en la otra 80 pesos”, manifestó.
Después, con el paso de los años y ya casada y con dos hijos, empezó a incursionar en el arte de la repostería. “Hice muchas tortas de bodas o tortas de cumpleaños, tanto infantiles como de fiestas de 15 o bautismos. El primer trabajo grande fue hacer con bizcochuelos y tortas el diseño completo de la Escuela 54; era una torta enorme y eso fue un trabajo compartido en conjunto con Lidia Paschetta.... otra torta grande fue cuando hicimos el mapa de La Pampa y también la pista de autos de Arata, trabajábamos con Dora Regis y con Negrita Cuadrelli”.
Hoy con 87 años sigue trabajando y comentó que “hago todo un poco más lento, porque como digo siempre tengo casi 100 años, pero cuando puedo amaso ravioles caseros porque son los preferidos de la familia, sobre todo de mi nieto Lautaro”.
“Todos me dicen que haga menos cosas y que descanse más pero a mí me gusta trabajar y mientras pueda lo voy a seguir haciendo. También me gusta cuidar mis diez plantas de rosales, y si algo no puedo como podarlas llamo a mi jardinero de confianza que es Robertito Jáuregui y él también es un gran trabajador y sabe hacer de todo”.
 

 

Escriba su comentario

Tu email no sera publicado.