Alguien dijo: “Es mejor vivir de ilusiones y soñar que estamos bien”. Una verdad de perogrullo que intentamos hacerla realidad, cuando aquello que vemos a nuestro alrededor nos indica que nos estamos equivocando.
Con simultaneidad se conoció un reportaje -el último y según parece el único-, otorgado por Fred Machado -el argentino que se mantenía cumpliendo prisión domiciliaria en Viedma, acusado de un problema de narcotráfico y que tras el escándalo que le costó el futuro político a José Luis Espert-, con una inusual rapidez se dio curso a la extradición a los EEUU, donde es requerido por delitos diversos, el más grave el tráfico de drogas.
La periodista Caro Fernández fue la entrevistadora de Machado en el ámbito de su detención, una vivienda en Viedma, Río Negro, y que recogió explosivas declaraciones que ponen en tela de juicio la idoneidad y transparencia de lo más alto del poder político y empresarial. “Si hablo, se cae el país”, fue la contundente amenaza que envió al Gobierno.
Según se desprende de la entrevista, matizada con observaciones y suspicacias de la periodista, Fred Machado dejo saber un mensaje enviado al corazón del poder libertario: “A Santiago Caputo le hago llegar un mensaje: Yo no quiero ir a Estados Unidos. Si esto explota, yo fundo todo. Yo hablo y se cae el país mañana”. La respuesta fue: “Mensaje recibido”.
Mientras esto trasciende y surgen los nombres de funcionarios que se “hundirían” si Machado habla, se agregan consideraciones que serían abarcativas de sectores empresariales y otros estamentos gubernamentales.
El suceso generado por la trascendencia de la entrevista tiene un correlato con las “descarnadas” observaciones que realizó Donald Trump en relación al futuro de Argentina.
Entre otras consideraciones dijo: “Argentina está luchando por su vida, se están muriendo”. El presidente de los Estados Unidos defendió el apoyo financiero que le está dando a la administración libertaria frente a las críticas que recibe en su país. “No tienen dinero, están luchando con todas sus fuerzas para sobrevivir”.
Lapidarias declaraciones que ponen en evidencia que los “salvavidas” que está facilitando el Tesoro de los EEUU tienen un objetivo que supera lo estratégico para convertirse en tomar posesión de un país cuyo gobierno estaría acabado, de no ser por la ayuda del superpoderoso del primer mundo.
En la entrevista que el presidente norteamericano concedió a la prensa estadounidense, ante el requerimiento sobre las prestaciones que están conviniendo con Argentina con total crudeza expresó: “Argentina está luchando por su vida. Nada está beneficiando a Argentina. Están luchando por su vida. ¿Entienden lo que eso significa? No tienen dinero, están luchando con todas sus fuerzas para sobrevivir”. Más claro imposible, fundamentalmente desvirtúa los eufóricos mensajes del gobierno de Javier Milei que “ahora viene lo mejor”; refleja las contradicciones del gobierno libertario donde se suman las problemáticas internas, su extrema debilidad frente al escenario político nacional y las estrategias de la mentira para hacer que el país vea que se inicia la recuperación, cuando en realidad es un “salvataje” para evitar que termine de hundirse.
Hoy, en dos personajes antagónicos, se materializa la situación real por la que atraviesa el país. Uno vinculado a negocios poco transparentes e identificado como parte del sistema del narcotráfico en el mundo que amenaza con “destruir al gobierno si habla”.
El otro, un poderoso del primer mundo que está poniendo un pié sobre gran parte del planeta buscando recuperar para los Estados Unidos de América el poder y la grandeza que siempre se le adjudicó y que hoy se ve amenazada por el notable crecimiento del gigante asiático.
Argentina es el emergente elegido, porque la desesperación y, en alguna medida, coincidencias ideológicas operativas se lo sirvieron en bandeja para su proyecto de expansión dominante.
No fue el resultado de un negocio, ni acuerdos que señalen una “sociedad”. Tal como lo expresa Trump: La necesidad de no hundirse llevó a Milei a postrarse ante el gigante y, mantenido por efecto de una de las economías más grandes del mundo, seguir pretendiendo ser el líder del cono sur. A esa actitud de sumisión la llaman “amistad”.
En las puertas de un proceso eleccionario que marcará algunas tendencias, no certezas, en la conformación del escenario político para la segunda parte del gobierno libertario, se ventilan realidades que son reveladas ante diferentes presiones que sufren los protagonistas que hablan.
Caso Fred Machado, busca zafar de una situación extremadamente delicada y para ello “prendió el ventilador” que pondrá al descubierto una red de influencias que lo han llevado al poder político del país.
Para Trump es lograr sacarse la presión que están ejerciendo, por un lado, el sector opositor Demócrata y, por el otro, organizaciones internas estadounidenses que no comparten las políticas expansionistas del presidente republicano.
Uno nos amenaza con revelar negocios con el narcotráfico. El que nos auxilia con dólares nos informa que nos estamos muriendo. Del futuro, solo Milei. Allá en el fondo, 46 millones de argentinos que esperan.
¿Habrá un mañana?