Ni las elevadas tasas ni la intervención del Banco Central (BCRA) lograron contener la presión sobre el dólar, que este jueves alcanzó los $1.380 en el Banco Nación y $1.367,32 según la referencia oficial del BCRA
En todo julio, el salto acumulado del tipo de cambio minorista fue del 14%, con un mercado que ignora los incentivos en pesos y se vuelca de lleno a la cobertura en moneda dura.
En paralelo, el dólar blue se vendió a $1.330, mientras que los tipos financieros también ajustaron con fuerza: el MEP escaló 2,5% a $1.355,41 y el CCL subió 3% hasta los $1.358,89.
En el segmento mayorista, el dólar trepó a $1.360. Los futuros también mostraron tensión, con el contrato de agosto subiendo 4,3% hasta $1.406 y el de diciembre superando los $1.525, por encima del techo oficial.
“El mercado no le cree al ancla de tasas”, sintetizó Federico Glustein, mientras que Leonardo Anzalone (CEPEC) remarcó que las expectativas están “desancladas” y el clima electoral refuerza la búsqueda de cobertura. La desconfianza sobre la continuidad del esquema de bandas y la caída de la oferta real de divisas profundizan la tensión.
El tipo de cambio oficial mayorista quedó apenas 5,6% por debajo del techo de $1.451,50, mientras que ya supera en un 13,6% el centro de la banda de flotación.
La distancia entre la proyección oficial y el ritmo del mercado deja al descubierto el deterioro de la credibilidad del nuevo régimen cambiario anunciado por Caputo y Bausili.
Desde Max Capital explicaron que el BCRA intenta “establecer un piso en la curva de tasas”, tras validar un rendimiento del 65% TNA en Lecaps a fin de agosto, aunque en el mercado secundario no se replica ese nivel.
A su vez, el Banco Central reactivó la oferta de pases pasivos a 39% para sostener el piso de tasas sin convalidar subas mayores.
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