Sin embargo, es de vital importancia que todo conductor sea capaz de leerlo. Se trata de un identificador alfanumérico que contiene información crucial sobre su origen, características y, lo más importante, la fecha en que fue fabricado.
Por eso, saber cómo leer e interpretar este código es una habilidad indispensable para cualquier aficionado que desee tomar decisiones informadas sobre el mantenimiento y el reemplazo de sus neumáticos, sean estos de alto rendimiento o más estándar como los Formula Evo.
La estructura del código DOT: Identificando los componentes clave
El código DOT se encuentra en el flanco de cada neumático y, aunque su longitud puede variar ligeramente, sigue una estructura estándar que si sos capaz de comprender cada segmento te proporcionará una visión completa de la identidad de tu neumático.
Generalmente, el código comienza con la sigla DOT, seguidas de una serie de caracteres alfanuméricos que pueden sumar entre 10 y 12. Aquí dividiremos esta secuencia en sus componentes principales para facilitar su comprensión:
Código de la planta de fabricación: Los primeros caracteres después de DOT identifican la fábrica específica donde se produjo el neumático. Cada planta de fabricación registrada tiene un código único asignado por el Departamento de Transporte.
Aunque este dato no es directamente relevante para el conductor promedio, es importante para los fabricantes en caso de retiradas de productos o para el control de calidad.
Código de tamaño del neumático: A continuación, encontrarás un conjunto de dos caracteres que representan el código de tamaño del neumático. Este código es interno del fabricante y se relaciona con las dimensiones específicas del ancho, relación de aspecto y diámetro del rin.
Código del tipo de neumático y opcionales: Este segmento es quizás el más complejo y menos intuitivo para el usuario final y consiste en cuatro caracteres (letras y números) que el fabricante utiliza para identificar la marca, la línea de producto, el tipo de construcción y otras características opcionales o específicas del diseño del neumático.
Este código es interno del fabricante y no hay una tabla pública para descifrarlo fácilmente, por eso su principal utilidad es para los sistemas de control de calidad y el rastreo de lotes de producción.
Fecha de fabricación: Este es, sin duda, el componente más importante y útil del código DOT para el consumidor, siempre se encuentra al final de la secuencia y consiste en cuatro dígitos donde los primeros dos dígitos representan la semana del año en que se fabricó (del 01 al 52), y los últimos dos dígitos representan el año de fabricación.
Entender estos componentes te permite no solo identificar la fecha de fabricación de tus neumáticos, sino también comprender la trazabilidad que la industria exige para sus productos, lo que es un pilar de la seguridad vial.
La importancia de la fecha de fabricación: Más allá del dibujo
La fecha de fabricación es el dato más crítico que te ofrece el código DOT, y su importancia a menudo se subestima en comparación con el desgaste del dibujo.
Un neumático puede parecer visualmente en buen estado, con suficiente profundidad de banda de rodadura y sin grietas aparentes, pero si es demasiado viejo, sus propiedades de rendimiento y seguridad estarán severamente comprometidas.
Los neumáticos no solo se desgastan por el uso, sino que también con el paso del tiempo envejecen debido a la exposición a elementos como el oxígeno, el ozono, la luz solar ultravioleta, el calor y los químicos.
Este proceso de envejecimiento se conoce como degradación y causa que el caucho se endurezca, pierda su elasticidad y sus propiedades de agarre, volviéndose más propenso a agrietarse y, en última instancia, a fallar. Incluso un neumático que ha estado almacenado en perfectas condiciones envejecerá, aunque a un ritmo más lento que uno en uso.
La mayoría de los fabricantes de neumáticos y organizaciones de seguridad vial, recomiendan reemplazar los neumáticos, más allá del uso y del estado de conservación, después de un período que supere los ocho años transcurridos desde la fecha en que fueron fabricados.
La recomendación más conservadora es a los seis años, mientras que algunos fabricantes extienden el límite a diez años bajo condiciones ideales de uso y almacenamiento. Superar este límite de edad aumenta exponencialmente el riesgo de:
Pérdida de agarre: El caucho endurecido no puede adherirse eficazmente a la carretera, lo que prolonga las distancias de frenado y reduce la tracción, especialmente en mojado o en climas fríos.
Agrietamiento: La pérdida de flexibilidad provoca la aparición de grietas en la banda de rodadura y en los flancos, lo que debilita la estructura del neumático y puede provocar fugas de aire lentas o fallas súbitas.
Delaminación: Las capas internas del neumático (cinturones de acero, carcasa, revestimiento) pueden comenzar a separarse debido al envejecimiento del caucho que las une. Esto puede llevar a la formación de ampollas o protuberancias en el flanco o la banda de rodadura, y es un precursor de un reventón.
Reventones súbitos: Los neumáticos viejos son significativamente más propensos a fallar catastróficamente a velocidades de autopista, lo que puede resultar en una pérdida de control del vehículo y accidentes graves.
Verificación y mantenimiento: Maximizando la vida útil y la seguridad
Saber leer el código DOT es el primer paso; el siguiente es incorporar esta información en una rutina de verificación y mantenimiento que maximice la vida útil de tus neumáticos y garantice tu seguridad en la carretera.
Realizar regularmente una inspección visual de tus neumáticos es fundamental y puede aportarnos información sobre la salud de la banda de rodadura que puede ir desde un desgaste irregular, cortes, protuberancias y objetos incrustados hasta la profundidad del dibujo. Los flancos también deben ser inspeccionados en busca de grietas, abultamientos o daños.
Al mismo tiempo, conocer y controlar que los neumáticos cuenten con la correcta presión de inflado es otro factor de mantenimiento muy importante puesto que la presión influye directamente en el desgaste, el rendimiento y la seguridad.
Para conocer los parámetros ideales, consulta el manual de tu vehículo o la etiqueta en el marco de la puerta del conductor y verificar mensualmente con un medidor fiable, siempre con los neumáticos fríos.
En sintonía, la rotación en tiempo y forma de los neumáticos ayuda a garantizar un desgaste uniforme en todas las ruedas, dado que los neumáticos delanteros y traseros, e incluso los de cada lado, se desgastan de manera diferente, y rotarlos distribuye el esfuerzo y prolonga la vida útil del juego completo.
Por último, tanto la alineación como el balanceo son servicios esenciales que van a colaborar con un desgaste parejo y sin vibraciones mejorando la dirección, la seguridad y el manejo del vehículo.
Escriba su comentario