Cinco magistrados decidirán el destino del ex mandatario y su círculo cercano, acusados de planear la suspensión del traspaso de poder y crear un clima de desestabilización institucional tras su derrota electoral.
El Supremo Tribunal Federal de Brasil comenzará este martes la deliberación del juicio por conspiración golpista contra el ex mandatario Jair Bolsonaro, acusado de intentar revertir su derrota electoral en 2022 frente a Luiz Inácio Lula da Silva.
El proceso, que involucra también a siete ex ministros y ex generales, representa un hecho sin precedentes en la historia contemporánea del país y tiene como telón de fondo la división política interna y la atención de grandes potencias, especialmente de Estados Unidos.
Bolsonaro, de 70 años y sometido a arresto domiciliario, podría recibir una condena de hasta 43 años de prisión si es hallado culpable de los cinco cargos que enfrenta. Aunque no estará presente en la sala, según confirmó su abogado Celso Vilardi, el ex mandatario seguirá las instancias del juicio desde su residencia. La defensa insiste en que “Bolsonaro no tiene ninguna responsabilidad penal” y sostiene que es víctima de persecución política.
Para los fiscales, el caso se centra en la acusación de que Bolsonaro lideró una “organización criminal” destinada a evitar la asunción de Lula por la vía de la desestabilización institucional y el fomento de la desconfianza pública en el sistema electoral. Entre los elementos expuestos está la campaña sostenida de deslegitimación del voto electrónico, así como la supuesta organización de un plan para declarar un estado de emergencia, forzar nuevas elecciones y, según la denuncia, hasta contemplar la eliminación de figuras como Lula, su vicepresidente Geraldo Alckmin y el juez Alexandre de Moraes, máxima autoridad del caso.
La sesión comenzará con un resumen de pruebas a cargo del juez Alexandre de Moraes, seguido de los alegatos finales de acusación y defensa. El voto de los cinco magistrados del tribunal está programado para la próxima semana y requerirá de, al menos, tres votos para sellar una eventual condena. Según fuentes políticas y jurídicas, el resultado del proceso será conocido antes del 12 de septiembre.
El impacto del juicio sobrepasa las fronteras de Brasil. El presidente Donald Trump ha descrito el proceso como una “caza de brujas” y criticó fuertemente tanto al sistema judicial brasileño como a la figura de Moraes, recientemente blanco de sanciones por parte del Departamento del Tesoro estadounidense. La postura de Trump ha sido adoptada por sectores del bolsonarismo, que consideran que la presión internacional podría favorecer al exmandatario.
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