DOMINGO 14 de Diciembre de 2025
 
 
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Alegrías y tristezas...

Lo vivido el domingo, en “clave electoral” para cuatro provincias, tuvo un resultado como podía esperarse, con pocas variables y donde jugaron -fundamentalmente- la tendencias locales y quienes hacen la política lugareña.

Es una referencia, ninguna duda cabe; pero no significa que constituya una tendencia nacionalizante, todos los elementos que juegan en elecciones provinciales,adquieren un sentido folklórico localista.
Que los dirigentes nacionales salgan a batir el parche, parece ser una conducta razonable. Sin exacerbar los contenidos, los que se ubicaron en situaciones de privilegio hacen que la corriente sea positiva.
No compromete otros Estados Provinciales y mucho menos contagia el Nacional. En cada ámbito se dan situaciones muy particulares, donde el votante obra de forma muy personal.
De esta primera contienda pueden extraerse algunas conclusiones -no definitivas- pero que aproximan a una realidad -la local- de cada ámbito provincial.
Según observaron varios analistas y consultores: “El Gobierno festejó dos victorias, el PJ tuvo un fuerte retroceso y la izquierda se derrumbó”. Simple y categóricas exposiciones.
Federico Aurelio (Aresco), Facundo Nejamkis (Opina Argentina) y Gustavo Córdoba (Zuban Córdoba). convocados por el portal Infobae sostuvieron: Para Federico Aurelio, los principales triunfadores fueron “los oficialismos provinciales que, cuando deciden desdoblar las elecciones, permitieron claramente que la gente diferencie lo que está pensando en lo nacional respecto a lo provincial”.
Facundo Nejamkis coincidió en que los ganadores fueron “los oficialismos provinciales, confirmando el buen olfato que tuvieron los gobernadores al separar las elecciones locales de las nacionales”.
Y Gustavo Córdoba consideró que “el gran ganador fue la gobernabilidad provincial en las elecciones locales donde lo nacional no tiene absolutamente nada que ver. No estaba en juego el Gobierno nacional, ni estábamos votando presidente ni nada nacional”.
Estas expresiones que abundaron en detalles, señalando efectos locales y las posibles connotaciones con organizaciones nacionales, dejando en claro que marcan indicios, pero no definen nacionales. Estas son disputas electorales diferenciadas en donde juegan otros intereses.
Hay un fenómeno importante que debe observarse y sí se encamina a concretarse en los meses próximos. Las señales le resultaron positivas al gobierno de Javier Milei, ahora depende de cómo se abren posibilidades de acuerdos y negociación que permitan consolidar con los partidos ganadores locales.
El kirchnerismo, era de esperarse, sigue evidenciando un marcado retroceso. La negatividad demostrada en los distintos indicadores de analistas, consultores y encuestadores marcan este síntoma de decadencia, que no encuentra -por ahora- un camino librado de asperezas y reclamos por los fracasos.
El peronismo tampoco brilló, pero mantuvo su nivel, sin nombres que pudieran proyectarlo, mostrando los efectos del arrastre que indudablemente le provocó estar junto a las estructuras de Cristina Kirchner.
El gran retroceso lo mostró la izquierda, bajando en alguna de las provincias donde siempre supo mantenerse en lugares ponderables, al punto de minimizarse notoriamente.
El domingo próximo el turno es de CABA, y si bien las circunstancias y algunos apellidos sobrepasan el localismo porteño, tampoco serán lineamientos que trasciendan nacionalmente.
Sí, dependiendo del resultado, pueden lograr dirigentes hoy “ninguneados” pertenecientes al PRO recuperar fortaleza y volver a manifestarse como un respaldo necesario para los proyectos de poder de Javier Milei, su “triángulo de hierro” y varios ministros que los secundan, Francos, Bullrich, Caputo, Petri, Pettovello, entre otros funcionarios.
Pasado este proceso, los cuerpos políticos que han confrontado y en alguna medida convalidado sus estructuras ahora deberán replantearse las campañas y adecuarlas, si hiciera falta, a las necesidades de lograr opciones que, en algunos casos, parecen lejanas.
Hay varias conclusiones, de ninguna manera terminantes, pero permiten una lectura más clara de un acontecimiento electoral cuya influencia es notoriamente incidente en las cuatro provincias que lo experimentaron.
Lo más contundente que analiza el concierto ciudadano es la derrota que marca un futuro poco saludable para Cristina Fernández de Kirchner y, sin lugar a dudas, el deterioro personal de Jorge Capitanich.
La otra contingencia que es observada con mucha atención, es a partir de las expresiones que se recogieron del asesor estrella Santiago Caputo quien señalaba igual que su adlater “El gordo Dan”, al decir: “Ganamos nosotros, ‘Las fuerzas del cielo’, Karina no tuvo nada que ver, ella vino”. Fue una puja de fuerzas o la realidad de un internismo profundo del equipo de Milei.
En líneas generales, reiteramos que estos primeros “ajetreos” de la política, donde decide el voto la ciudadanía, son una categórica referencia que tiene valores en ese marco, pero difícilmente puedan ser revalidas nacionalmente.
La ruleta ya está en marcha.

 

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