MARTES 08 de Julio de 2025
 
 
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“Las aguas bajan turbias”...

Vale la pena recordar aquellas entregas cinematográficas argentinas que hicieron época y que conformaban parte de las historias de un país que pretendía desarrollarse y superar la opresión de los poderosos.

Cuando vemos, sentimos y en muchos casos padecemos los tironeos políticos de la actualidad, se nos presentan esos episodios que nos marcaron un país donde los que ejercían el poder, ya sea económico o político sometían a quienes intentaban sobrevivir en un mundo muy difícil y controvertido.

En este caso vale la pena recordar el drama de los mensúes en los yerbatales misioneros que ya había sido tratado por Mario Soffici en Prisioneros de la tierra (1939) pero Hugo Del Carril lo abordó en términos más brutales y pragmáticos: “no es el fatalismo de la tierra lo que oprime a sus personajes, sino la lisa y llana explotación del hombre por el hombre”.

No hace falta apelar a los contenidos de las políticas del economista norteamericano Murray Rothbard, ni a Milton Friedman Economista y estadístico estadounidense o Friedrich August von Hayek, economista, jurista y filósofo austríaco, entre otros autores que hoy se han convertido en los libros de cabecera del presidente Javier Milei, para establecer niveles comparativos -no iguales- pero que señalan que la Argentina, siempre transitó los caminos más difíciles, donde los poderosos imponían condiciones de servidumbre a los que no tenían nada.

Hoy vemos con marcado asombro como una corriente tumultuosa donde por momentos todos sin orden ni concierto, a los manotazos, tratando de ganar posiciones y lograr sus objetivos de participar del poder, son el escenario diario que los argentinos observan.

El país esta en un estado de agitación constante. Las hábiles estrategias confrontativas que instrumenta el “triángulo de hierro”, considerada la base de gobernabilidad de los libertarios, pareciera lograr resultados.

La semana que comenzamos a transitar ofrece escenarios de desencuentros sociales que marcan un derrotero disruptivo. Universitarios en pié de guerra, lidiando los titulares de la UBA con presentaciones judiciales para evitar la injerencia sin control de la SIGEN, repartición del gobierno mileista a la que se le han acordado los poderes para auditar los sistemas administrativos y financieros de las universidades. Todo en mano de la Justicia.

Por otro lado y en una maniobra difícil de explicar, el gremio de los colectiveros, UTA anunció que no adherirá al paro nacional del transporte de este miércoles 30 de octubre, pero hará su propia medida de fuerza un día después.

De esta manera se establece claramente que el ardid disruptivo de Milei, da resultados porque la UTA busca de esta forma despegar su reclamo de la pelea contra Javier Milei de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y la Unión General de Asociaciones Sindicales de Trabajadores del Transporte (UGATT), que lideran Pablo Moyano y Omar Maturano.

En esta turbulencia generalizada, los sectores políticos opositores dialoguistas, donde se mezclan algunos radicales y afines al PRO. La UCR base hoy atomizada con varios “caciques” que pretenden ser los conductores y solo han generado una clara distorsión ideológica, que desdibuja el poder que siempre alcanzaron los “boina blanca”.

Por otro lado el peronismo roto, dividido, sin nombres prominentes, salvo los conocidos que ya fueron objeto de rechazo por el 51,7 por ciento de la sociedad, buscando posicionarse para dar una pelea, que hoy parece como una batalla perdida.

La interna partidaria del -Partido Justicialista- que ya tuvo la decisión de la Junta Electoral de bajarle la lista al gobernador Ricardo Quintela, que pretende disputar la presidencia del PJ a Cristina Fernández de Kirchner, en pié de guerra.

Esta situación podría dar lugar para que el riojano judicialice el tema y la definición podría ser una intervención del partido que deje a la ex presidenta sin el cargo.

La ruptura interna es un suceso innegable. El resultado de esta atomización es favorecer al presidente libertario Javier Milei, quién observa y disfruta las formas que el peronismo-kirchnerista pretende restarle poder político a quien fuera presidenta y vice de la Argentina, y hoy pretende eludir posibles acciones que la Justicia tiene entre manos y que podrían ser el fin de su vida política, con algún cargo.

Estamos en una etapa de pleno reacomodamiento en las esferas de los sectores que aún mantienen lugar en el espectro gubernamental argentino.

El “cedazo” se mueve constantemente y son muchos los que van cayendo sin opciones de futuro. La pelea se establecerá entre los que logren permanecer por su peso específico y la sociedad los acepte.

El futuro aún es una incógnita. El país observa indicadores que hablan de recuperación, aún no percibidos en el bolsillo de la ciudadanía.

Para el “gran mercado” se abren posibilidades ciertas, para la mini empresa, PyMEs, producciones regionales entre otras solo ven dificultades y un presente muy difícil.

Los próximo meses y en especial diciembre serán exámenes muy rigurosos para el gobierno. Habrá que esperar si logra sortearlos.

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