Agencia Santa Rosa- Según Pérez Habiaga, los datos surgieron de un relevamiento llevado por la Cámara a nivel nacional acerca de cuál “es la inversión pública necesaria para poder mantener un ritmo de crecimiento medianamente normal a lo largo de los años” porque “un país no puede crecer sin invertir en su infraestructura. No existe en el mundo”.

De esos datos, apuntó, surgió que la determinación mileísta implica no solo renunciar a generar nueva infraestructura, sino a “mantener la existente” lo que traducido a números supone una pérdida de “25.000.000.000 de dólares” por año.
Detalló que la propagandizada “obra pública 0” es “no hacer un control de fisuras a una ruta para que no entre agua por abajo y reviente el asfalto o no controlar las goteras de un colegio y dejar que el cielorraso estalle con todo lo que implica la entrada de humedad”.
Esto implica, profundizó que “no es costo 0 no hacer esas cosas. La obra pública 0 no tiene costo 0, sino que tiene costo negativo, cuando si se quiere mantener la infraestructura actual a Nación le llevaría un 1.2% del PBI y a las provincias un 0.31. Y si queremos mantener un mínimo de crecimiento como país, la infraestructura debe crecer”.
Diferenció que “el Estado Provincial hizo un esfuerzo muy grande para mantener” la actividad en La Pampa, que “si bien es baja, no es 0 como ocurre con la mayoría de las provincias. Es baja, pero las empresas constructoras se mantienen en funcionamiento”.
Sobre el cierre, brindó un panorama de los cierres de empresas que la política nacional trajo aparejados, que afecta mayormente a las firmas más pequeñas. “No cerraron las más grandes, aunque sí varias empresas chicas. La mayoría (de las grandes) sobrevive con el personal mínimo que no puede perder porque lleva años prepararlos vendiendo departamentos, máquinas, cosas que tiene porque todos entendemos que es imposible que esta situación continúe, porque es imposible que un país crezca sin obra pública. No existe en el mundo”.