Es un código de silencio que responde a las formaciones mafiosas del sur de italia. “La ley del silencio u omertà (en italiano: omertà) es el código de honor siciliano que prohibe informar sobre las actividades delictivas o de cualquier otra naturaleza, consideradas asuntos que incumben a las personas implicadas”.
Algo similar esta ocurriendo en esta “nueva Argentina”, que pretende construir el presidente liberal-libertario-anarcocapitalista, Javier Milei, que se ha constituido en el “padrino” modernoso, donde lo único que tiene valor y es absoluta verdad, es aquello que sale de su boca.
Se puede denominar o llamar como quiera o quieran, quienes interpretan que todas aquellas personas que funcionan bajo la “carpa mileistas” están sujetas a las órdenes del “triángulo de hierro”.
Y hacemos la salvedad del “hasta ahora”, en razón de las circunstancias que han puesto en tela de juicio la idoneidad y honestidad del “trío” que comanda en el país. La “bala de criptogate” entró y pese a que se disimule causó daños, para algunos irreparables para otros -que pretenden justificar- intrascendentes.
Se debe dejar en claro que nada de lo sucedido es irrelevante. Causó profundo daño en la credibilidad de un amplió sector de la ciudadanía y dejó al descubierto que en el gobierno libertario también hay corrupción. Sofisticada, tal vez. Mejor manejada, pero no deja de ser ámbitos donde se motorizan acciones tendientes a quedarse con muchos vueltos.
Era predecible que un sujeto extraño en lo que se refiere a su comportamiento, que se manejó durante mucho tiempo en las “sombras” y desde esos lugares armaba su equipo para tener acceso a las “cajas” y naturalmente al ejercicio del poder que permite comprar voluntades, en algún momento comenzarían a a mostrar la hilacha.
Desde la época de los faraones, reyes dictadores, con poderes sobre la vida y la muerte de las personas, en algún momento y por sentirse omnipotentes y casi a nivel de los “dioses” que adoraban y a los que rendían culto, comenzaban a quebrarse y a ofrecer sus flancos débiles.
El más sensible y esto le ha sucedido a Santiago Caputo, quién pese al intento protector que materializa el presidente Javier Milei, comenzó a sentir los efectos de la “decadencia humana”. Nada ni nadie alcanza la perfección por sobre el resto de la raza humana.
Bien lo sindicó el Jefe de Gabinete, el único político con habilidad y destreza para moverse, sin hasta ahora ser señalado, Guillermo Francos: “Caputo no es el ‘todopoderoso’ y esto debería ser un llamado de atención para corregir actitudes”...
Realidad pura. Verdad sin contradicciones y manifestadas desde el mismo corazón del “mielismo”. El deterioro comenzó, situación que hasta ahora no se había producido. Si bien existieron manifestaciones que pudieron ser el punto de partida: la marcha de los jubilados, la pelea con las Universidades, la generación de puntos de conflictos permanentes en todos los sectores, fueron daños, pero lograron superarlos.
Pero esto pareciera ser el principio real de un quebranto que tuvo y tiene repercusiones internacionales. El gran interrogante es ¿Hasta donde mantendrá la línea de amistad con Elon Musk y el presidente Trump, si esto si sigue escalando?.
Javier Milei esta en Argentina, tras un periplo, de alto costo económico para un país que muestra tendencias a la quiebra económica, social y financiera, más allá de los promocionados indicadores de la macroeconomía, Superávit fiscal y Déficit cero y se apresta a manejar sus estrategias en busca de morigerar los descontentos que se evidencian en gran parte de la sociedad.
Habrá -y ya se comenzaron a mencionar- actitudes que procuren hacer olvidar el fenómeno mafioso del criptogate. Uno de ellos es el reemplazo inminente del Ministro de Defensa, mano derecha de Patricia Bullrich, ex candidato a la vice presidencia en elecciones pasadas por una línea del PRO, Luis Petri, incinerado por su pareja, la periodista Cristina Pérez, que “como el pez, murió por la boca”.
Pretendiendo mostrarse informada en un “pase” periodístico en La Nación+ señalo que tenía referencias que en los equipos gubernamentales de Milei la “coima” era moneda corriente.
No hacía falta procurar saber la fuente; una sola podía tener acceso a esos datos que ella tiró sobre la mesa para mostrarse bien informada. Cuando en realidad dejó en claro que le falto criterio, sensatez y fundamentalmente honestidad con su pareja actual.
Y quién suena para el reemplazo, nada menos que el dirigente cordobés, hombre del PRO, Luis Juez, que esta preparando sus “baterías” para pelea la gobernación de su provincia en el 2027, dicen los más cercanos al senador de la docta que se prepara para la integración a los equipos gubernamentales de Milei.
El otro influyente funcionario que estaría con un pié afuera es el ministro de Justicia Cúneo Libarona, que según habría dejado trascender “el Jefe” Karina Milei, encabezaría el equipo de abogados que establecerían las fórmulas de la defensa del presidente Milei, cuando la Justicia, que investiga, disponga saber hasta donde llega la responsabilidad presidencial en el caso criptogate y cuales han sido los daños causados por su “promoción” en redes sociales del titular del Poder Ejecutivo.
Por ahora reina hermetismo y circula un relato. La Justicia deberá resolver el problema, desde el punto de vista jurídico. La sociedad tendrá la oportunidad de hacerse valer y que entiendan que sin ellos, ninguno estaría donde está.
El tiempo y los hechos serán testigos. Todo lo demás será relato.
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