Guarda dialogó ayer por la mañana con un cronista de este medio gráfico y explicó que “empecé en el año 1967”, por lo que son más de cinco décadas el tiempo de actividad comercial.
“Ahora no voy a cerrar, voy a liquidar y ver con qué sigo. El problema mío es la movilidad, porque primero me agarró un ACV, que me dejó medio mal, y después me caí y me quebré la cadera”, confió.
Y seguidamente remarcó que “mi señora (Irma Angélica) me ayuda una barbaridad y me empuja a seguir en el negocio, pero si es por los hijos (Waldo y Jorgelina) y por el médico, tendría que dejar. Pero esto es mi vida, ¿qué hago en mi casa?”, preguntó ante el cronista con una sonrisa cómplice.
Al indicarle que al ver los carteles de liquidación al frente del negocio ubicado en inmediaciones de la céntrica esquina de las calles 13 y 20, surge la pregunta obligada: ¿cierra ‘El Dimar’?. Ante lo cual contestó: “No, por ahora. Vamos a ver lo que dice Milei”, soltó con otra sonrisa.
Y en ese marco observó: “¿Sabés que pasa? que el compró remeras a precio dólar el mes pasado y las vendió, ahora cuando va a comprarlas, ve que perdió plata. Por eso creo que de ahora en adelante hay que saber hacer bien las compras. Hoy el negocio no está en vender, porque vender vende cualquiera, sino en saber comprar”.
Consultado si le preocupa lo que puede pasar a partir del lunes, con una nueva administración nacional, Guarda respondió que “no, porque milagros no va a hacer nadie. Igual vamos a ver lo que dice este domingo”, cuando asume el nuevo mandatario nacional.
En otro tramo de la charla reiteró que “estamos liquidando todo. Después no se con qué voy a seguir, calculo que con una sola cosa, a diferencia de ahora que tenemos de todo, y cuando es así siempre te falta algo”.
La Reforma también le preguntó al experimentado comerciante cómo resulta esta liquidación, en tiempos de crisis. “Estamos vendiendo bien, no es una cosa de locos, pero se está vendiendo. El que recorra y compare los precios, nos va a comprar a nosotros, porque le conviene”, recalcó.
Y añadió que “ahora están primero los remedios y la comida, y después la tienda, si es que la plata alcanza”.
Guarda compartió con este diario una apreciación personal: “Otra cosa que yo veo, y que tal vez a algunos no les gusta que lo diga, es que hace rato que la gente viene gastando más de lo que gana, y se mete en un ‘bolonqui’ que después no sabe cómo arreglarlo”.
“Esto pasa desde hace años, con las tarjetas de crédito, pero ahora me parece que está más complicado que nunca. Hay que ver qué pasa con los bancos al comienzo de la semana”, completó.
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