DOMINGO 16 de Noviembre de 2025
 
 
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¿Habrá nuevo rumbo económico?...

Es el interrogante que flota en los mercados nacionales e internacionales. De acuerdo a los trascendidos que se pudieron registrar, surgieron del presidente Javier Milei y su entorno, fundamentalmente el sector que maneja Luis “Toto” Caputo, el rumbo de la economía no sufrirá cambios y se produciría un acentuamiento de los proyectos que aún están en carpeta del Ministerio de Regulación y Transformación del Estado.

Si bien un número importante de especialistas en el área de la economía, consultores y analistas entienden que los lineamientos podrán o no sufrir variantes dependiendo de los números que surjan de este proceso electoral que, de ser favorables al oficialismo, permitirán un mejor desenvolvimiento en los mecanismos legislativos.

No ocurriría lo mismo si los cálculos que maneja el mileismo no responden a sus expectativas y logran conjugar un número de legisladores que les permita liderar condicionamientos.

Cuando el presidente resuelve “ponerse la campaña al hombro” y salir a plebiscitar sus dos años de gobierno, en una elección de medio término, genera diversas interpretaciones, siendo la más sólida que las encuestas que le venían acercando dejaban muchas dudas sobre los números finales.

El lastre, que se denunciaba eran de la “casta” y que alcanzaron estado público, se revirtió y comenzó a vincular a estrechos colaboradores libertarios con cuestiones dolosas, narcotráfico, coimas, prestaciones económicas para ocupar cargos y con notable virulencia, los que fueron partícipes de la interna que se viene desarrollando en el seno de La Libertad Avanza.

Estas alternativas que se fueron planteando fueron -sin lugar a dudas- motivos más que suficientes para que el voto no duro, sino el que optó por el cambio pero desde la vereda de enfrente, no volvería atrás en su decisión, pero tampoco aceptaría un gobierno que borraba con el codo aquellos paradigmas que escribió con la mano. Y aquí se planteaba el tema de la ausencia a emitir el sufragio.

Esta situación fue determinante para salvar el derrumbe que venía acompañado de un fracaso en las políticas económicas, que obligó al presidente Milei a negociar al país y entregarlo, financieramente, a los mandos del gigante del norte, Estados Unidos de América.

Si bien la actitud es contemplada como beneficiosa por el cerco estrecho que rodea al gobierno, no ha sido compartida por una gran parte de la sociedad que no acepta caer en las decisiones personalísimas del presidente Donald Trump, quien no negocia, sino que impone condiciones a las que denomina “estratégicas” y que tienen como aspecto central la guerra comercial emprendida contra el gigante asiático, China, sin dejar de tener en cuenta el interés por las “tierras raras” y minerales no comunes.

El nuevo período de dos años que completará el mandato del libertario se inicia en un terreno incierto, donde jugarán un papel preponderante los mercados, el libre comercio y los problemas internos que están afectando la producción, la industria, las Pymes, sin dejar de contemplar los planteos sociales, científicos, educativos y de salud, que no están resueltos, por el contrario, cada vez más dañados y sin respuestas a sus estados: presente y futuro.

Todo se circunscribe a establecer, de acuerdo a cómo se establezcan las mediciones, quiénes ganaron y los que resignaron legisladores. 

En ese escenario se van produciendo los futuros núcleos de conflicto que podrán tener -o no-, habrá que esperar influencia sobre las futuras acciones del gobierno de Javier Milei.

Según se desprende de las declaraciones del Secretario del Tesoro de los EEUU, Scott Bessent: “El presidente Donald Trump ha comprometido su asistencia a Javier Milei y mucho dependerá del resultado”, atento a lo expresado en un sincericidio del presidente republicano que aclaró que “La ayuda estará si gana Milei, si pierde en estas elecciones se establecerán otras condiciones, dado que no ayudaremos a otros lineamientos políticos”.

Posteriormente se procuró morigerar los francos dichos del presidente republicano, pero quedó internalizado el pensamiento y cuáles son las directivas que posibilitan la ayuda del Tesoro, que viene salvando al sistema financiero con la compra de dólares, sin aún conocerse el contenido de los posibles acuerdos económico-financieros, comerciales y las posibles prestaciones estratégicas que se puedan leer en la letra chica de lo convenido.

Un gran misterio que solo se ve reflejado en el manejo interno que está haciendo Scott Bessent, actitud que sectores políticos opositores ven como una intromisión inadmisible de un Estado sobre otro.

Hoy comienza la segunda etapa del gobierno libertario. Reina la incertidumbre y solo podrán conocerse certezas cuando se evalúen los números de la elección. En síntesis, dependemos del visto bueno de Donald Trump y su equipo.
 

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