Una de las explicaciones que dan los entendidos es que está dotado de una singular sensibilidad para detectar riesgos o acechanzas y es allí donde aplica la estrategia de cambiar el lugar donde tiene su cría y alejarla de los peligros.
Son comunes, en el desarrollo de las técnicas políticas que, aquellos más capacitados y con experiencia, las apliquen para el logro de objetivos que están en las antípodas de sus gritos.
Da resultados y suele confundir a quienes se mueven a su alrededor. Genera un ambiente de estabilidad política basada en su formación y experiencia pero con el tiempo surgen detalles que son llamativos y señalan que el objetivo que se persigue está en otro lugar y no donde pareciera armar el escenario distractivo.
Esto pone en evidencia que no siempre da resultados positivos, ante la propia inexperiencia, buscar quien aporte ese aditamento que en la función pública sirve para relacionarse, convenir, negociar y acordar con aquellos que se muestran remisos a aceptar las normas del gobierno de turno.
Muy lentamente se está corriendo el velo, poniendo al descubierto que el libertario Javier Milei puede tener una acabada formación economicista, ser extremadamente intransigente y presuponer que el ser presidente le ha dado el poder absoluto, pero la realidad le está dando pautas claras de que el poder pasa por las manos de la sociedad.
Este mecanismo “mesiánico” que ha procurado imponer normalizando el insulto, la denostación, el agravio hacia quienes opinan diferente o sostienen ideologías contrarias al liberalismo extremo y el anarcocapitalismo, lo ha convertido en un ser apolítico, solitario, apoyado por su hermana Karina Milei y, en el entretejido estratégico, por el asesor Santiago Caputo.
En este cuadro, del cual ya se alejaron (o echaron) a casi un centenar de funcionarios que empezaron a “cruzar el desierto de Sinaí” creyendo que el “Mesías” los llevaría a la tierra prometida, quedan algunos que operan en sus ámbitos de acción y van transformando su apoyo de acuerdo a las circunstancias imperantes en una Argentina convulsionada y muy confundida políticamente.
Hoy el equipo gubernamental, principalmente a quien Milei considera “El Jefe” (su hermana) Karina, actual Secretaria General de Presidencia, la “cabeza” integradora nacional de LLA junto a Sebastián Pareja y los Menem (Lule y Martín), están en el “ojo de la peor tormenta que ha sufrido el gobierno libertario”.
Los elementos que ya están en la Justicia y que son de dominio público, respecto a la existencia de un programa de “coimas” que se iniciara en el 2024, y sale a la luz ahora por las denuncias y audios del ex titular de la Andis “Diego Spagnuolo”, generó sorpresa.
Aunque ya habían existido denuncias de la venta de cargos y aquellas efectuadas por Lilita Carrió, considerando a Karina Milei la “cajera”, ahora quien está en serios aprietos es el presidente, que según sus propias expresiones, no irá contra su hermana ni contra Lule Menem, alegando que todo es un operativo electoral; “Una gran mentira”, dijo en distintos medios.
En este clima enrarecido y confuso aparece la figura del funcionario considerado “el más dotado”, políticamente hablando, del gobierno de Javier Milei. Se trata del actual Jefe de Gabinete Guillermo Francos, quien extrañamente pareciera haber perdido la mesura que lo había caracterizado como el “gran negociador” del gobierno.
La idea es poder desentrañar hacia dónde apunta el juego o la intencionalidad de Francos, cuando sale decididamente a apoyar a las figuras más cuestionadas del gobierno: Karina y Menem, alejando las sospechas del presidente.
En algunas entrevistas ha perdido la compostura y se ha mostrado enojado y hasta nervioso, por la insistencia sobre un tema que para él forma parte de un plan desestabilizador, generado por la oposición kirchnerista. Sin recordar que Spagnuolo estaba en su equipo, siendo funcionario y abogado personal de Javier Milei, hasta el momento en que fue defenestrado por las denuncias públicas realizadas.
No se ve con claridad esta actitud y mucho menos de quien se sabe tiene sobrada experiencia en temas difíciles de la política, ya que desde hace décadas se mueve con diferentes partidos. Nos hizo acordar a la referencia ‘gauchesca’: “grita para alejar el peligro y dejar a salvo el nido donde puso los huevos”. Guillermo Francos es un político profesional consustanciado con todo el andamiaje que hace a la gestión y tiende puentes, nunca los dinamita. Esto es lo raro.
Es un buen “candidato”, real y con posibilidades de negociar futuro con todos los gobernadores oficialistas y opositores. Llama mucho la atención la posición cerrada que intenta demostrar, aunque dejando siempre abierta una puerta disimulada que le permitirá salir indemne de una situación, que a medida que pasan los días se agrava más y pone en riesgo la continuidad de La Libertad Avanza.
Ya se han conocido otros “teros” en la política nacional, algunos con más suerte que otros, pero con operativas similares.
Corrientes, pese a aceptarse como lógico y normal lo sucedido, fue un cachetazo a los libertarios.
Veremos qué se resuelve el domingo 7 de septiembre y desde allí se podrá armar el mapa del futuro político nacional para el 26 de octubre y el 2027.
La palabra la tiene la sociedad. Mientras tanto, “el tero”, sigue gritando en aparente soledad.