LUNES 15 de Diciembre de 2025
 
 
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‘El espejo de las mentiras’

Recordando un tradicional cuento infantil ‘Blancanieves’, existía un personaje siniestro que envanecida en su propia soberbia, tenía un espejo mágico al que diariamente le consultaba: ¿Quién es la bella del reino? y el sufrido espejo le contestaba: ‘Tu hijastra Blancanieves’.

Era una realidad que la golpeaba en su ego y la convertía en una malvada que intentaba destruir todo aquello que se interponía frente a lo que ella pensaba era la mejor belleza.

El tiempo -según el cuento- fue demostrando que la verdad es irrefutable y nada de lo que pueda hacerse o decirse la cambia. Esto nos llevó a ubicarnos en un tiempo moderno, actualizado, donde también aparece el cuento del espejito que decía la verdad.

El ejercicio de la política nacional se ha convertido en una forma de interpretar aquello que los hermanos Grimm produjeron editorialmente y Walt Disney llevó a la pantalla grande, para delicia de chicos y grandes.

Hagamos de cuenta que estamos viviendo en un ámbito especial -la Argentina- donde cohabitan distintos personajes -seres humanos- que llevados por sus ambiciones de poder están mirándose continuamente en el ‘espejito mágico’.

Y diariamente le preguntan: ¿Quién es el mejor político? y naturalmente la realidad los golpea con distintas interpretaciones que -suponiendo que el espejito sea la sociedad- le responde de acuerdo a sus estados anímicos y a las dificultades que soporta para poder vivir dignamente y brindarle un hogar adecuado a sus familias.

Es allí cuando aparece el ‘brote psicótico’ y naturalmente comienzan a pergeñar las estrategias que le permitan destruir al oponente. Ya no es un adversario que piensa diferente, de golpe se ha convertido en un enemigo que atenta contra sus ambiciones de poder.

Lo vemos y leemos todos los días y casi sin darnos cuenta -muchas veces, no siempre- nos sentimos confundidos por no entender a quienes hacen de la crítica una fórmula política que pretende desgastar a quien en un momento -no tan atrás- conformaba parte de su soporte político y elogiaba mostrándolo como alguien a quien había que imitar.

Esto se nos vino a la memoria -hay otros episodios similares- cuando leíamos las declaraciones del gobernador de Jujuy, aún presidente del radicalismo, Gerardo Morales, que atacó duramente a quien fuera fundador del PRO y pergeñador de la coalición, que lo llevara en una fórmula presidencial -que perdiera- hace apenas mes y medio.

Refiriéndose a Mauricio Macri y generando una nueva grieta, que se suma a las ya visualizadas, de Juntos por el Cambio, expresó: ‘Que el fundador del PRO le hace mucho daño a la coalición opositora’.

Agregó en su crítica Gerardo Morales: que el expresidente Mauricio Macri por sus guiños al economista Javier Milei ‘le ha hecho mucho daño a la coalición, Juntos por el Cambio’.

Agregando: ‘Hay un liberalismo extremo’, sostuvo, a modo de réplica a la acusación del exmandatario contra dirigentes radicales por la votación en Diputados para modificar el Impuesto a las Ganancias.

Siempre se ha dicho que ‘los trapos sucios se lavan adentro’, dado que ventilar las diferencias, que ahora han surgido, producto de las heridas provocadas por la derrota interna, son ‘bombas neutrónicas’, para el intento que está realizando Patricia Bullrich, para lograr llegar a las generales de octubre, bien posicionada.

El ‘espejito mágico’ fue nuevamente verdugo del dirigente radical quien equivocó el mandato de sus seguidores, que le aconsejaban jugar en primera y para posicionarse, jugó en segunda y nuevamente fueron ‘furgón de cola’.

Los errores en política se pagan y la moneda es la postergación a que es sometido por el voto de la ciudadanía, que en definitiva, es quien manda. Vendrían a ser la ‘Blancanieves’ del cuento.

Hay quienes, en el marco opositor, llámese Unión por la Patria, es decir Sergio Massa y La Libertad Avanza, Javier Milei, están sujetos fielmente a las estrategias que, como el gran ‘espejo mágico’ les indica, no se apartan del camino a seguir.

Casi no miran a los costados. Están jugando una partida similar, peón por peón, caballo por caballo, torre por torre, hasta llegar al Jaque Mate que se han propuesto, que serían las generales del 22 de octubre.

Todo este derrotero político que estamos observando nos está enseñando que siempre queda algo por aprender y que nadie puede sentirse tan omnipotente que no pueda ser derrotado, Gerardo Morales es un claro ejemplo.

 

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