DOMINGO 16 de Noviembre de 2025
 
 
Compartir
Twittear
 

“Después del 26, se auguran meses negros”...

De alguna manera el escenario actual y el que se viene se van materializando en una realidad, que ya nadie discute ni pone en duda.

Se puede tirar el último papel picado y las serpentinas que quedaron en el fondo del “tacho”, porque aquello que trasciende, y está previsto ocurra a partir del lunes 27 de octubre, es un pronóstico muy “negro”.

En esto ya no tiene demasiada importancia un resultado más o menos favorable, es la realidad económica que debe afrontar el gobierno de Javier Milei ante las exigencias que comenzarán a tener incidencia sobre la economía nacional.

Según establecen varias publicaciones de carácter económico: “La recaudación del Estado se derrumba entre 15% y 20% interanual. Sumado a la caída de las retenciones en un 40%; la merma provocada por el achique del Impuesto País calculado en un 35% y los efectos de otras alternativas como la desaceleración de la actividad que hundió la base imponible que alimentaba IVA y Ganancias, son un motivo para que se establezca real una caída de la recaudación del 1,5% del PBI”.

Este panorama ha generado que consultores y analistas de la economía y las finanzas que operan los mercados sostengan que “para responder a los condicionamientos del FMI y a efecto de sostener la meta fiscal acordada, se deberá producir un ajuste de -como mínimo- 2 puntos del PBI en gasto primario no indexado, lo que equivale a más de 10 billones de pesos. Esa cifra no es un número abstracto: es la dimensión del ajuste que se viene para la última parte del año”.

Esta situación, sobre la cual no operarán beneficiosamente las prestaciones que realiza el Tesoro de los Estados Unidos ni los swap, que en dos tandas de 20 mil millones de dólares, según Scott Bessent, están previstos en un futuro acuerdo, podrán evitar que deba realizarse un fuerte ajuste, considerado indispensable para después de las elecciones. Dejando en suspenso acuerdos y negociaciones políticas sugeridas por Donald Trump, fundamentalmente ese acercamiento con los mandatarios provinciales.

Todo los anuncios hasta ahora no han sido más que eso, dado que se desconocen acuerdos firmados ni se han formulado detalles de las fórmulas del swap y hasta dónde llegan las negociaciones para sostener a EEUU sobre China desde el punto de vista estratégico.

Existe un marco de inestabilidad que se percibe, más allá de los esfuerzos que realizan el presidente libertario Javier Milei y su ministro de economía Luis “Toto” Caputo por intentar generar confianza en la ciudadanía que muestra una profunda incertidumbre ante lo que puede deparar un futuro desconocido.

Se lo pudo observar al titular del ejecutivo en una entrevista televisiva con un conocido periodista que no ha dejado de mostrar su acercamiento al pensamiento ideológico liberal, procurando dar respuesta a todas las inquietudes que le manifestara su interlocutor.

Muchas de las respuestas no fueron convincentes y otras dejaron en evidencia que Javier Milei tiene un diagrama elaborado para el día después de las elecciones, cambios del staff gubernamental, reemplazos de Bullrich y Petri, presuntivamente corrimiento de Guillermo Francos, cargo que podría ser cubierto por el asesor Santiago Caputo, aumentando su poder interno y la aplicación de un sistema de ajustes, privatizaciones y eliminación de ámbitos oficiales, según operación que llevará a cabo Federico Sturzenegger.

Llamó la atención que no tuviera una respuesta clara respecto a los sectores que hoy se sienten postergados ante la insuficiencia de sus ingresos que les impide llegar a fin de mes y obligados a recortes familiares para poder sobrevivir. Javier Milei fue categórico: “Qué querés que le haga”, agregando: “Para lograr el superávit fiscal y mantener el déficit cero son necesarios sacrificios. Después vendrán las recompensas”.

Dudas muchas, certezas escasas, respuestas abrumadoras que se suman a la zozobra social que esta marcando una fuerte caída de la imagen presidencial que no ofrece perspectivas positivas para después del 26 de octubre.

Estas legislativas, sin lugar a dudas, son plebiscitarias tanto del mandato presidencial como de los gobernadores. Su resultado arrojará tendencias que serán indicadoras hacia dónde apunta el voto ciudadano y marcará cuáles son las expectativas que tiene en la segunda parte del mandato libertario.

Adelantar hoy resultados es un tanto aventurado en razón de las circunstancias que han generado escenarios de permanentes conflictos en el ámbito nacional.

Creemos, y así lo reflejan consultores y analistas de la política, que el voto marcará hasta qué punto incidió la intervención del “gigante norteamericano” que preside el empresario Donald Trump, jugando una apuesta a ganador, en una acción intervencionista de la política interna del país.

Todo quedará develado al final del domingo 26, cuando se haga el conteo del proceso electoral que pone a prueba un gobierno que, de no ser por el rescate de los EEUU, hoy estaría pensando en cuándo decreta el default.

La reacción de los mercados el día después marcará la realidad que comenzamos a vivir los argentinos en esta segunda etapa libertaria.

Nadie tiene la precisa, mucha oferta, pocas ventas y a punto de bajar la persiana. Es la Argentina de hoy.

Escriba su comentario

Tu email no sera publicado.