Contreras agradeció “a toda la docencia pampeana, especialmente a mis compañeros del Colegio República del Salvador de General Pico, que en la semana más compleja son los que estuvieron ahí dando mucha fuerza; a los compañeros de UTELPa y del SITEP, a todos aquellos que creen que juntarse en el sindicato es necesario, por más que pensemos lo que pensemos en el gran y amplio espectro político, nos entendemos con solo mirarnos porque hacemos todos los días lo mismo, estamos expuestos a las mismas condiciones materiales”. 

“Es un fallo que más allá de mi caso personal, me alegra que la Justicia pampeana haya decidido que es importante que los hijos de los trabajadores, como es mi caso que soy una trabajadora, tengamos algo de acceso a la justicia. Es un fallo -dijo- que alegró a toda la comunidad docente en general y a la militancia de derechos humanos también”. 

Desde lo personal, la docente afirmó que “fue un enorme aprendizaje, existencial, sindical”, y recordó que el tema (conflicto Israel-Palestina) se originó “en una sola clase con una alumna que tenía 10 en todos los trimestres, con la que yo me llevaba muy bien, y a la cual me gustaría decirle “mirá, tu profe no odia tu condición étnica”, pongámosle como decirlo, porque no tenía una práctica del judaísmo en términos religiosos. Me gustaría que mi ex alumna supiera que su profe a la fecha sigue pensando que va a tener un futuro muy lindo, que era una excelente alumna”. 

Indicó que “lo que surgió fue una pregunta a la cual contextualicé. Entiendo que el 2023 era un año complicado, pero soy una persona que sigue la agenda de derechos humanos desde hace muchos años y yo venía informada de lo que pasaba en Medio Oriente”.

“Es un tema complejo y que quienes nos interesan los derechos humanos y la historia sabemos que esto no empezó un 7 de octubre y que estamos interiorizados en el tema, y simplemente di una contextualización, porque no era ni sabía lo que sé ahora de la causa, y lo que dije en ese momento que por la respuesta desmesurada probablemente había chances de que pudiéramos encuadrarlo en un genocidio, que es lo que efectivamente, a dos años del comienzo de esta situación espantosa en Medio Oriente, se termina estipulando”, expresó. 

“Los mayores especialistas en el tema acaban, tarde, de dictaminar que lo que está ocurriendo en Medio Oriente es un genocidio”, dijo, y dejó en claro que “como profesora me debo a la verdad histórica y a la formación, y eso fue lo que hice”. 

Es más, recordó, “mi alumna dijo en algún momento “Hamas quiere matar a todos los judíos” y yo le dije “sí, en su carta fundacional Hamas dice eso, tenés razón”. Creo que como profe yo la acompañé al decirle que ella no estaba ni inventando ni delirando en torno a ese tema. Sentí que tuvo lugar en el espacio del aula para hacerlo y sin embargo esa familia decide denunciar igual”. 

Contreras reflexionó que “el aula es un lugar donde tiene que haber espacio para plantear las diferencias, los pensamientos, que las escuelas tienen un montón de mecanismos para sortear el conflicto, el malestar, que no fueron atendidos, que se decidió ir a la justicia sin sentarse a charlar en ningún momento que es lo que siempre abogamos”. 

“Lamento mucho todo este episodio -indicó la docente- pero a la vez me hizo conocer un montón de gente preciosa, un montón de gente que se acercó para seguir profundizando en un tema que nos interesa a todos los que nos interesan los derechos humanos”. 

Libertad de cátedra

La dirigencia de la UTELPa, en tanto, celebró “la absolución firme de la compañera docente Ana Contreras”, y remarcó que “este es un triunfo de toda la docencia pampeana y de la organización sindical de UTELPa”.

“La sentencia sienta un precedente fundamental: reafirma nuestro derecho a la libertad de cátedra y defiende la autonomía del ámbito educativo frente a la injerencia de la justicia. La educación es un espacio de debate, pensamiento crítico y construcción colectiva, y no debe ser judicializada”, expuso, y afirmó que “esta victoria demuestra que la unión y la lucha son el camino para defender nuestros derechos laborales y pedagógicos”. 

Agencia Santa Rosa