SÁBADO 27 de Abril de 2024
 
 
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“A Dios rogando y con el mazo dando”

Este refrán es una forma verbal que permite entender el mecanismo que el presidente Javier Milei, continúa utilizando en una clara demostración de que todo debe realizarse de acuerdo a lo que ha pergeñado, como la transformación y el cambio que, sostiene, requiere la Argentina.

En los tiempos actuales, ha tomado un sentido crítico -pero bastante errado con respecto al auténtico fin del refrán- contra las personas que rezan a Dios pero procuran de cualquier manera lograr sus objetivos.

El discurso con el cual daría por iniciado el año legislativo nacional el presidente Javier Milei, era esperado con mucha expectativa, dado que las conjeturas que se realizaron en torno a los temas a tratar era de diversa índole.

Las palabras fueron de extrema dureza, planteó claramente que de un lado de la rivera están los que acompañan y del otro los que pretenden -según sus palabras- “mantener los privilegios de la casta”.

Fue tajante en lo que se refiere a su relación con el Poder Legislativo, dado que sostuvo a lo largo de los 70 minutos de su exposición, que no admitirá oposición que limite su proyecto, dejando en claro: “Puedo gobernar sin el Congreso”, señalando: “Nuestro objetivo de cambio no se negocia, se puede llegar a conciliar o acordar algunos aspectos, pero no se consensúa”.

En ese marco, hubo un anuncio que pretendió mostrar una orientación acuerdista con gobernadores y legisladores, fue el llamado “Pacto del 25 de Mayo” que se firmaría en la ciudad de Córdoba.

Hasta allí resultaba un camino de entendimiento sobre 10 aspectos puntuales de la economía y el desarrollo, que hablaban de comenzar a transitar, en conjunto, en procura de un objetivo difícil pero no inalcanzable, si había voluntad y predisposición para hacerlo.

El análisis posterior, tomando individualmente los puntos centrales de la exposición presidencial, puso en claro una estrategia bien elaborada, donde se dicen cosas subordinadas a determinados objetivos.

El “Pacto del 25 de Mayo” a tratarse y elaborarse en la ciudad capital de la provincia de Córdoba, es factible y realizable si -previamente- en una reunión que se programaría en Casa Rosada, entre el ministros del Interior, el jefe de gabinete y el ministro de Economía con los gobernadores, se firmaría el compromiso de aceptar el DNU y la Ley Base.

El abogado constitucionalista pampeano, Andrés Gil Domínguez consideró, en un tuit en su perfil de X que el “Pacto del 25 de Mayo”, anunciado por el presidente Javier Milei durante la inauguración de la Asamblea Legislativa en el Congreso de la Nación, “es en realidad el ’contrato de adhesión en mayo’ basado en la extorsión a los gobernadores e imponiendo una lógica unitaria de partido único”. Agregando que “sólo falta que abajo de la firma, los gobernadores tengan que consignar: Viva la libertad, carajo”. 

Finalmente, el profesional pampeano señaló: “Nuestro querido país tiene un pacto de convivencia plural y pacífica desde 1853. Se llama Constitución Nacional. Dentro de la Constitución todo, fuera de la Constitución nada. Necesitamos que se cumpla, no que se la someta a un pacto fundacional liderado por un mesías libertario”.

La realidad se impone al relato. Ni Javier Milei, ni “El Jefe” (su hermana Karina) ni el asesor estrella Santiago Caputo, son los genios impolutos, que todo lo pueden y los que estamos -según su óptica- debajo de ese trípode de poder, somos obedientes “indígenas” que nos entretenemos con los “espejitos de colores” que reparten, despertando nuestra curiosidad y sorpresa.

La pobreza educativa es real, nadie lo discute, pero no al punto que pueda considerarse a gran parte de la sociedad en ese estado decadente, donde -como cuestionara el presidente Milei- “los chicos no interpretan un texto ni resuelven una operación matemática simple”. El equipo libertario no descubre América, eso ya ocurrió. <EM>Creerse los fundadores de una “Nueva República”, es desconocer los contenidos de la Constitución Nacional y la existencia de los prohombres que hicieron grande la Argentina.

El líder libertario nombra uno de esos destacados del pasado, como Juan Bautista Alberdi, que es conocido por ser el autor intelectual de la Primera Constitución. Fue uno de los pensadores más importantes e influyentes del siglo XIX. Residió desde muy joven en Buenos Aires, ciudad en la que desarrolló una importante actividad política, cultural y social. 

Negar las “base sólidas” que consolidó al país es retrasarnos y pretender que aquellos que no respalden el mesianismo gubernamental, vuelvan al “taparrabos”, como una forma de mostrar que somos inferiores. 

Vamos con la verdad, sin “trampas” condicionantes, sin ningún tipo de fórmula extorsiva en busca del futuro. En esa posición, creemos, está la mayor parte de los argentinos. Lo otro que pretende Javier Milei está fuera del marco institucional en el que debemos movernos.
 

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