Esta realidad debe ser asumida como un echo concreto que se está materializando en cada “pulseada” que el presidente Javier Milei tiene con sectores de la Argentina.
Ni un paso atrás en las decisiones sin importar demasiado las consecuencias que la intransigencia gubernamental provoca. Facultades tomadas, universidades en crisis con posturas no coincidentes con las acusaciones vertidas por el presidente y quienes lo secundan en el poder.
El tema más controvertido de la semana corresponde a las reacciones de diversa naturaleza que se han producido a nivel de las Universidades en todo el país, la reacción de los alumnos y por otro lado el posicionamiento inflexible de la presidencia que manifiesta que “La universidad es un ámbito de formación solo para los ricos”.
Diferentes análisis y datos refutan estas apreciaciones, pero el escenario es el mismo: “O aceptan o aceptan”. No existen caminos de diálogo, solo es confrontación y acusaciones cruzadas.
Mientras tanto, un gran número de facultades han sido tomadas por profesores y alumnos que tienen reclamos y disidencias muy marcadas con las apreciaciones de Javier Milei.
La puesta en marcha de eliminar a través del Poder Legislativo, leyes y normas consideradas fuera de época, otras nunca operadas, y algunas cercanas en el tiempo que pasan a formar parte de la “Hojarasca” que el proyecto de Federico Sturzenegger reformula y elimina con anuencia del presidente Milei, indican nuevos conflictos en puerta.
El “vamos por todo” se hace visible con la determinación del Poder Ejecutivo quien en medio de las tomas firmó un dictamen para poder auditar a las universidades, acto que logró, al constituir a la SIGEN en el organismo del Estado que comenzará con las auditorias para efectuar los controles de los fondos que se destinan a las casas de altos estudios.
De acuerdo al documento conocido de parte del procurador del Tesoro, Rodolfo Barra, se autoriza a la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) a controlar los fondos que se destinan a estas entidades.
Señalando que: “A la luz del texto constitucional modificado en el año 1994 y de los antecedentes normativos, jurisprudenciales y de la doctrina de esta Procuración del Tesoro, opino que el sistema de control interno previsto en la Ley de Administración Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público Nacional Nº 24.156 es de aplicación a las Universidades Nacionales”.
Según expone el Procurador del Tesoro: “el ejercicio de dicho control no contradice ni vulnera la autonomía funcional y la autarquía administrativa-financiera que les reconoce la Constitución Nacional, reglamentada por el Legislador a través de la Ley de Educación Superior Nº 24.521”.
El gran interrogante es si existía la necesidad de llegar a la confrontación; más allá que resulta el escenario que le place al presidente. Auditar, controlar son signos claros, precisos, con los que nadie puede estar en contra. La realidad es porque se omiten negociaciones para llegar a un acuerdo y no generar tanta disconformidad y enfrentamiento.
Si nos atenemos a este marco jurídico quedaría zanjado uno de los motivos que señaló el presidente generaron el veto, además de no haber aportado en la Ley del financiamiento a las universidades, de dónde surgirían los fondos para concretar y aplicar esta norma.
Pero la gestión de avanzar en todos los terrenos del presidente y los integrantes del “triángulo de hierro”, va sobre los sectores políticos opositores, dialoguistas y de los intransigentes, aprovechando las fisuras que distintas actitudes han provocado internamente.
Tal es el caso de la UCR, con los cinco “boina blanca” rebeldes que son el motivo del “cisma interno” que podría terminar en la división del bloque, constituyendo otro con quienes no coinciden con las conductas de los que “saltaron la tranquera” y votaron en contra de su propia ley, la del financiamiento universitario.
También ha tenido, Javier Milei, expresiones -para nada conciliadoras- con las reuniones que está promoviendo la ex presidente y vice, Cristina Fernández de Kirchner, en especial la sostenida -o no- según las versiones de unos y otros, con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
Con ausencia de toda “diplomacia”, el presidente Javier Milei cargó contra la ex presidenta Cristina Kirchner y el gobernador Axel Kicillof al calificarlos como “inútiles” e “ignorantes”, por el impacto del reciente fallo de la Corte Suprema del Reino Unido, que desestimó un pedido de la Argentina para que se le permita apelar la sentencia, lo que obliga al país a pagar USD 1.500 millones. Y además, haciendo referencia expresa a intento de postulación que ambos pretenden en el marco del kirchnerismo y del PJ.
El moderno “Atila” mantiene vigente su placer por la agresión, siendo motivo de actitudes violentas que -indudablemente- son copiadas por el común de la ciudadanía, creándose un clima poco saludable para insistir en convivir en paz.
Ya nadie supone que, en el plano de la construcción política del libertario Javier Milei, puede aparecer algún gesto que resulte conciliador. El “vamos por todo” es un suceso irreversible que, para concretarlo, debe, inevitablemente, someter a todo el resto de la clase política nacional.
La prueba del “vamos por todo” tuvo otros protagonistas que sellaron su destino cuando la sociedad tomó conciencia que no repararían en nada para el logro del poder absoluto.
Nunca segundas partes fueron exitosas. ¿Será Javier Milei, la excepción que plantea la regla?.
Esto habrá que verlo, Argentina es una caja de sorpresas.
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