VIERNES 21 de Marzo de 2025
 
 
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Una pobre puesta en escena presidencial...

Cuando se anunció que el presidente libertario Javier Milei saldría, no en una multifacética reunión de prensa, sino con uno de sus sumisos empleados periodistas, a intentar desvirtuar la acusación del “criptogate” que lo involucra, se generó una natural expectativa nacional.

Creemos que todos: los a favor y los en contra, estaban pendientes de las explicaciones “guionadas” que saldrían de la boca del presidente que se transformó en una pobrísima entrevista, que mostró las falencias de un equipo asesor que esta convencido que manejan un “rebaño de ciudadanos y ciudadanas” que no piensan, sino que obedecen.

Se encargó el periodista asignado para entrevistarlo que: “Esto es producto de la casualidad” - refiriendose al tema central de la nota- atento aclaró o le hicieron aclarar, que la charla informativa estaba pactada semanas atrás y los temas tenían otros puntos referenciales orientados a su gobierno.

La necesidad de salir a desmentir, a “lavarse en agua bendita”, intentando materializar la maldad del otro lado y el aprovechamiento que realiza la “casta corrupta” y quienes se han convertido en jueces del accionar del gobierno, en los instigadores de una sospecha que “mancha su impoluta actividad gubernamental”, fue realmente patético.

El permanente gesto teatralizado del presidente Javier Milei, que fuera de su habitual forma de expresarse y de las explosiones emocionales que lo muestran tal como es, sonreía, detrás de un buen maquillaje que le puso color a su rostro demudado que intentaba “dulcificar” con una tenue sonrisa que procuraba mostrar la inocencia presidencial.

Una entrevista integralmente guionada, donde las respuestas eran seguidas con atención y meticulosidad por su asesor estrella, el “Rasputin” del gobierno libertario, Santiago Caputo, que marcaba el ritmo de las preguntas y las formas de las respuestas.

Esto quedó palmariamente mostrado cuando el periodista de TN, Jony Viale, intentó profundizar en las alternativas que depararían, a futuro, las acciones judiciales y la intervención de la Jueza Federal designada para el caso, María Romilda Servini de Cubría, quién deberá investigar la actuación presidencial en el tema de las cripto. Allí se produjo el “bache” que dejó en evidencia y sin discusión, que todo estaba armado.

La pregunta descolocó al presidente que mostrando una extraña falta de reacción a la consulta, atinó a intentar señalar que él había actuado como un “ciudadano más”. Cuando insiste el obediente cronista: “Pero Ud. es presidente”, afirmando que, cuando se alcanza una función publica de esta naturaleza, no es una labor que tenga horarios. Las 24 horas se es presidente, tal como los legisladores no dejan de serlo cuando no están en sesión o los jueces y o funcionarios judiciales, pueden alegar desconocer que la vida pública la eligieron. Desobediente Viale, no se apegó al libreto.

La falta de reacción de Javier Milei, que sin argumentos insistía en separar el cargo de su responsabilidad como ciudadano, obligó a una “burda” intervención de Santiago Caputo quién ordenó borrar las preguntas y le indicó al periodista por donde debía continuar, quién con sumisión aceptó la variable impuesta.

En realidad poco aportó esta salida a “poner la cara” de Milei, según su propia expresión. Dejó mucha tela para cortar y fundamentalmente alimentó las suspicacias de quienes ven, en el fallo cometido por el titular del Poder Ejecutivo, una acción que amerita ser investigada desde lo político y fundamentalmente lo Judicial.

El otro aspecto que señaló el presidente libertario, es que de ahora en más se comenzarán a levantar “murallas” entre el común de la ciudadanía y su persona a los efectos de no quedar tan expuesto. “Tendré que dejar de ser Milei común, el ciudadano economista, para desempeñarme como presidente más cuidado”.

En realidad en varias oportunidades hemos señalado la desprolijidad del entorno y el sistema peligroso de manejarse por redes sociales para comunicarse con la sociedad, lineamientos que deberían ser adecuadamente controlados, dejando de lado la utilización de los ejércitos de trolls que utilizan para combatir a los sectores opositores.

Quedan muchos interrogantes, en tanto los opositores dialoguistas-colaboradores, por caso el ex presidente Mauricio Macri, señalan que esta “mal rodeado”, pero dejan entrever que Milei sabe de economía y tiene formaciones diversas dentro de su especialidad, pero esta lejos de poder comportarse como presidente.

Digamos: “Al pan, pan y al vino ,vino”, es decir lo mejor es con sinceridad, diciendo lo que sea llanamente y sin rodeos.

El vocero presidencial Manuel Adorni tuvo que “pelearla” como “gato entre la leña” para poder responder a la requisitoria del periodismo presente en la habitual reunión que mantiene con la prensa que el elige.

Todo indicaría que, como podía preverse, el desgaste avanza, por diversos factores que hacen a una personalidad distorsiva, disruptiva, con una grave incontinencia verbal que lo lleva a hablar demasiado. Enamorado de las redes sociales a las cuales otorgó una entidad oficial cuando comenzó a realizar declaraciones de todo tipo y naturaleza que hubiera correspondido canales oficiales, fue degradando la investidura presidencial que sigue deteriorándose en la medida que comete errores, que intenta subsanar buscando chivos expiatorios o personeros que digan que: “El presidente es así”.

Hoy alejado de las “fuerzas del cielo” que se escondieron para no quedar expuestas, Javier Milei debe enfrentar una realidad interna y externa.

Pero el proceso de desgaste está en marcha y sus esfuerzos deberán apuntar a recuperar la confianza perdida.

Nada es eterno y el daño comienza a verse...

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