Una mujer domiciliada en Rancul se presentó frente la la sede del Juzgado de Familia, Niñas, Niños y Adolescentes reclamando que le devuelvan la tenencia de su hija de 10 años, la que le fue retirada por disposición de la jueza Alejandra Campos, posteriormente ratificada por la Cámara de Apelaciones.
Yanel Buffa llegó a General Pico acompañada por algunos vecinos de su localidad., luego de la marcha que en su pueblo se realizó el domingo pidiendo por la restitución de la niña, que fue traslada a Río Cuarto, donde reside su padre.
Según trascendió, es escrito estaba acompañado por alrededor de 200 firmas y a través del mismo solicitaban ‘la habilitación urgente de la comunicación con la niña con su mamá‘, además del ‘respeto por su lugar de crianza y su centro de vida‘ y también la creación de un espacio de escucha ‘real y adecuado‘ para que la niña, Isabella, pueda expresar sus deseos y ser oídas‘.
‘A mi hija no la escucharon, se la llevaron engañada. Ella está esperando a su mamá y quiere volver a Rancul‘, dijo ayer la mujer frente a representantes de medios de prensa que se hicieron presentes en el lugar.
El caso, a través de sus distintas instancias, fue seguido informativamente por La Reforma ya que se trató de un fallo que algunos catalogaron como ‘histórico‘. El fallo la Cámara de Apelaciones conocido a mediados del corriente mes sostiene que ‘uno de los principales argumentos para quitarle esa facultad a la madre fue su conducta manipuladora y la obstaculización permanente a la vinculación entre su hija y el progenitor‘.
Sin medios de prensa
Los periodistas que cubrían la entrega de la nota a la jueza Campos fueron literalmente expulsados del lugar donde se encuentra la ‘Mesa de Entrada‘ , impidiendo el libre trabajo de los medios.
En principio se acercó un empleado del Juzgado quien, en términos no muy amigables, les ordenó a los trabajadores que se fueran del lugar, y poco después -ya en términos un poco más cordiales- hizo lo propio personal de Seguridad. La jueza no salió a recibir la nota, por lo menos, hasta que los medios se retiraron del lugar.
La situación no deja de llamar la atención porque es un hecho para nada frecuente. Esos lugares son de acceso público y, en todo caso, si la magistrada hubiera querido mantener un diálogo reservado con Yanel Buffa, la podría haber invitado a su despacho, que sí es un lugar privado. Expulsar a los medios de prensa, no debería haber sido una opción.
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