La CGT diezmada por sus conflictos internos, llevó a cabo ayer el paro general de actividades, con la excepción del gremio del transporte UTA, quienes no se plegaron y de alguna manera facilitaron la movilidad de quienes tenían obligaciones laborales y debían trasladarse.
Al no haber trenes ni subtes, limitados los taxis, se registró menos movimiento al habitual de días comunes, pero existieron diferencias notables en la contundencia que se esperaba y en lo que reflejaron las calles de todo el país.
Los comercios, en líneas generales abrieron sus puertas intentando no verse totalmente perjudicados por la ausencia de posibles compradores. No obstante la menor circulación se percibió y generó “menos caja” en negocios que habitualmente tienen parámetros económicos medidos.
Hay diversas consideraciones que se realizan en torno al éxito o fracaso de una medida de fuerza que podía llegar a considerarse contundente y que, realmente, lo hubiera sido, si el sistema de traslado que presta la UTA se hubiera plegado al intento de mostrarle al gobierno que existe disconformidad con las alternativas de una economía esquiva a la ciudadanía común.
Eso no pasó y el gobierno celebraba, cuando en realidad debería estar realmente preocupado porque habían sido objeto del tercer paro en año meses de actividad gubernamental.
Tal vez podrían manifestar satisfacción por la ausencia de una contundencia integral de un paro que señala disconformidad de diferentes sectores excluyendo a trabajadores que debieron acudir a sus labores para no verse notoriamente perjudicados en sus ingresos atento a las diferentes modalidades que se producen cuando se registran contratos laborales especiales.
Debería comenzar a primar la sensatez para entender que una gran parte de la sociedad no está bien y refleja profundo descontento ante las circunstancias de sus situaciones que no están pasando por su mejor momento.
Un síntoma mostró el presidente Javier Milei, en su reciente visita a su par paraguayo Santiago Peña. Quedó fielmente reflejado que está transitando un estado anímico no común en el libertario.
Dubitativo, inexpresivo, errático, demasiado pausado y confundiendo las palabras en un texto breve que no duró más de 3 minutos, fueron signos alarmantes que muestran que están haciendo efecto los magros resultados obtenidos recientemente en el orden interno y externo.
Tal vez resulte un llamado a la realidad que ha golpeado en un estado emocional naturalmente debilitado por el desaire sufrido en Mar-a-Lago de parte del presidente Donald Trump, mientras que en Argentina el Senado de la Nación, poniéndose en el lugar que constitucionalmente lo coloca como uno de los poderes del Estado, le dijo no a las pretensiones presidencialistas.
Pero no solo estas situaciones señalan quebrantos internos institucionales que podrían estar afectando a Javier Milei. Ya debe tener un panorama de las elecciones a realizarse el domingo en Santa Fe, donde todo indicaría que se produciría un fracaso contundente de la primera prueba electoral respaldada por Karina Milei.
Se estima y así lo determinarían sondeos que manejan en la Casa Rosada, que hablan de un triunfo aplastante del radical Pullaro y la caída estruendosa del candidato de LLA que podría quedar relegado al tercer o cuarto puesto. Esto significaría un fracaso en el trabajo que realiza la presidenta del sector que lleva como estandarte el nombre Milei, pero que no operaría ventajosamente como ellos esperan.
Según estimaciones que habría que ver si se concretan, en la elección que abre el calendario electoral y según los números que maneja el Gobierno, su candidato el diputado Nicolás Mayoraz puede terminar tercero o cuarto. Incluso en Rosario, el ex periodista y libertario bullrichista Juan Pedro Aleart podría perder ante el candidato del intendente Pablo Javkin. Todo señala derrota clara de LLA y marca que Javier Milei no empuja como ellos pensaban.
El choque de una eventual derrota sobre Karina y los Menem sería integral, dado que ellos fueron ejes centrales del armado en Santa Fe, desestimando y desconociendo la posibilidad de concretar una alianza con Granata, planificación que propiciaba Santiago Caputo.
Por donde se lo mire el escenario es conflictivo y pone en duda que el peso Milei se siga proyectando positivamente.
Por otra parte, marca claramente el internismo del “triángulo de hierro” donde Karina y Caputo se disputan liderazgos a los cuales atienda el presidente. Todo indicaría, siguiendo lineamientos anteriores, que: o retrocede Caputo en sus pretensiones de constituirse en el hombre más poderoso e influyente del gobierno libertario, o Karina terminará con ellas.
Todo suma, dijo un entendido en política nacional. Los poderosos de hoy serán los mendigos del mañana. Todo dependerá del estado anímico del presidente Milei, que sin lugar a dudas está en franco reacomodamiento en el fin de semana que se aproxima.
Paro liviano sin lugar a dudas pero, un llamado de atención.
Se vienen tiempos difíciles y de mucho conflicto. “Escuchen el viento que ya sopla fuerte...”.
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