egún denunciaron efectivos que prestan servicios en distintas dependencias de la URII, el acusado de graves excesos en su función habría intentado ocultar los hechos conminando a la persona lesionada a dar una versión falsa sobre lo ocurrido.
Según revelaron fuentes consultadas por La Reforma (quienes solicitaron no ser identificadas públicamente por temor a represalias), el hecho en cuestión ocurrió el 5 de abril en el predio del polígono de tiro, donde efectivos del área de Toxicomanía de la Unidad Regional II estaban realizando tareas de adiestramiento, cuando el jefe de la dependencia, Martín Portillo (quien por varios años estuvo al frente del Grupo Especial) golpeó con su arma a la altura del estómago al policía Diego Polastrelli. quien quedó tendido en el piso, boca abajo, y portillo le cayó con todo su peso sobre la espalda.
El efectivo lesionado comenzó poco después con fuertes dolores abdominales, por lo que tres días más tarde concurrió a la Clínica Argentina, donde los médicos que lo atendieron comprobaron que las lesiones que presentaba era de carácter grave.
En ese marco, el citado Portillo (que habría tenido antecedentes de actitudes similares que no fueron denunciadas) habría concurrido a la Clínica y delante de personal civil habría presionado a Polastrelli para que diera una versión cambiada de los hechos, induciéndolo a decir que se había lastimado con un “fierro” durante un allanamiento o cambiando una cubierta.
Según las mismas fuentes consultadas por este medio, que ratificaron todo lo expresado a través de un comunicado que fue difundido entre distintos periodistas locales.
Según expresaron, habría pruebas y testigos que respaldan la versión que trascendió “pero muchos tienen miedo de involucrarse por posibles represalias, como traslados forzosos o sanciones injustas. Esto genera un ambiente de temor que dificulta la búsqueda de justicia y transparencia”.
No pasó inadvertido tampoco que el 12 de abril (siete días después del episodio) Portillo haya sido trasladado de Toxicomanía a una dependencia de la Unidad Regional II, lo que no habría caído bien en integrantes de la fuerza, que quieren a Portillo fuera de la misma a partir de lo que consideran es una cadena de excesos que viene desde hace varios años.
Además, La Reforma se contactó anoche con el fiscal Armando Agüero, quien explicó que por el momento no hay denuncia penal sobre el hecho, pero que la Unidad Regional II estaba realizando un sumario por la cuestión.
En tanto, desde la UR II se explicó que la información sería centralizada a través del Area de Comunicaciones que funciona en el Comando de Jefatura, que minutos antes de las 21 de ayer emitió un comunicado (ver aparte).
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