VIERNES 23 de Mayo de 2025
 
 
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Un futuro con dudas...

Hoy nadie puede predecir qué ocurrirá en los próximos meses. El haber desinflamado un ámbito financiero que, de continuar en el estado que estaba, tenía ciertos riesgos de implosionar, trajo tranquilidad a los mercados.

El desenganche que significó la primera etapa de levantar parte del cepo significó un desahogo para distintos sectores que se veían limitados en sus economías, pero existe un ambiente de incertidumbre en varios sectores que verían afectadas sus producciones y los ámbitos del consumo.


Se nota un equilibrio que no aparece muy normal, especialmente cuando la liberación del dólar, aunque sea parcialmente, hacía preveer que hubiera -como siempre ha sucedido- un tránsito importante a la compra de la moneda estadounidense.

Ese mercado se ha movido con una llamativa normalidad, al punto que los analistas, consultores y bancos que han mostrado ser críticos a una medida de esta naturaleza, procuran ser muy prudentes en sus juicios de valor, atento la presencia de un escenario que no se termina de definir.

Algo es real, lo está sintiendo la sociedad en su conjunto, y es el incremento de determinados rubros de los productos de consumo. Se esperaba -como siempre ha ocurrido para las fiestas pascuales- que los productos relacionados con la celebración sufrieran aumentos estacionales.

Pero ha excedido este marco productivo abarcando la generación de trabajo industrial, siderurgias, metalúrgicas, sectores empresarios dedicados a la venta de hierro, chapas, entre otros como gomerías, supermercados, han notado que los productos en líneas generales vienen acompañados de incrementos que oscilan entre un 10 a un 20 por ciento.

Algo así era esperable, si se tiene en cuenta que la economía argentina, desde hace muchas décadas, responde a las oscilaciones del dólar. Si bien hoy existe una banda flotante que no ha superado las expectativas, el efecto devaluatorio está haciendo su trabajo y eso repercute notoriamente en el consumo de la ciudadanía.

Si a este efecto negativo, atento a la incidencia que se produce en los ingresos, se le suma la retracción en la compra, que según el rubro se puede calcular entre un 20 a un 30 por ciento, estamos ante un panorama de profunda negatividad.

El anuncio presidencial del restablecimiento de las retenciones a la producción cerealera a partir del mes de julio abre un enorme interrogante sobre la actitud que, en definitiva, tomarán los productores agroindustriales, quienes en parte han señalado su contrariedad, atento a que se esperaba una prórroga de la quita existente, inclusive algunos hablaban de la eliminación definitiva de retenciones.

Este último deseo, resultaría imposible de concretarse, cuando es uno de los canales de ingresos de divisas que entran al país.

Los entendidos en cuestiones económicas anticipan una aceleración de la inflación para los próximos meses por la suba del dólar, tras el nuevo esquema cambiario que comenzó a regir esta semana.

Esta variación refleja el impacto inmediato de la devaluación del peso sobre los costos de productos importados, que afectan directamente al consumidor.

Por su parte, algunos sectores, como las concesionarias de autos y los corralones, también ajustaron sus precios, con aumentos similares que evidencian el traspaso a los precios de los bienes transables.

Todo está subiendo y no resultaba un cálculo estimado como factible. Se consideraba cierta movilidad en determinados rubros, pero ha generalizado y promete tener continuidad.

El gobierno vuelve a gozar de la “mieles” que brinda un ambiente más calmo que -por ahora- no promete sorpresas, a excepción del anuncio cegetista del paro general para el 30 de abril.

Trasciende el informe del Fondo Monetario Internacional que sostuvo que: “Las proyecciones de inflación se han ajustado al alza. Esto surge al concretarse la estimación de inflación para 2025, pasando de un 18% a un rango entre 18% y 23%, lo que representa un incremento de 5 puntos en sus proyecciones”.

Mientras esto sucede en la economía interna, se mantiene la agitación en lo político, que ya fue sacudido por el proceso santafesino, donde el gobernador Pullaro mostró supremacía absoluta, quedando La Libertad Avanza en un tercer lugar y sin que su marco electoral constituya riesgo a futuro.

Ahora todo está centrado en “voltear” las apetencias de poder y la permanencia del “clan Macri” en CABA, donde pelearán por ganar espacios legislativos en Mayo, ocho líneas políticas, entre ellas sobresale la presencia de Manuel Adorni, que expone su imagen a la consideración pública en representación de LLA.
Mauricio Macri apurando a su línea, en franco apoyo a robustecer el poder del actual Jefe de la Ciudad Jorge Macri, se ha mostrado y así lo ha dejado materializado en diversas entrevistas periodísticas, que: “Eso que menciona el presidente Milei, que hay acuerdo en CABA no es cierto”.

Todo muestra un fisura, que podría convertirse en ruptura si desde ambos escenarios LLA y PRO se siguen subestimando en la creencia que a uno no le hace falta el otro para permanecer en el poder.

Los porteños irán a las urnas el próximo 18 de mayo, para elegir a 30 legisladores. Estas elecciones se han nacionalizado y se estima serán un termómetro a tener en cuenta para octubre.

Hay fortalezas y debilidades en todos los sectores. La subestimación es mala consejera. Por ahora nadie tiene el voto ganador.

El clima económico sigue raro. Habrá que esperar cómo fluye en el mercado.

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