Los buques rusos hicieron disparos reales de misiles contra un barco y advirtieron que los cargueros dirigidos hacia puertos ucranianos podrían considerarse sospechosos de trasladar cargamento militar.
Rusia realizó este viernes un "ejercicio" militar con disparos reales en el Mar Negro, tras avisar que iba a considerar como blancos a todos los barcos en ruta a Ucrania en el marco de su retirada del acuerdo para exportar granos bloqueados por la guerra, que Turquía se mostró optimista de poder reactivar.
La Marina "llevó a cabo disparos reales de misiles de crucero antibuques contra un barco diana en el campo de entrenamiento de combate en la parte noroeste del mar Negro", dijo el Ministerio de Defensa en un comunicado subido a su canal de Telegram.
"El barco diana fue destruido como resultado de un impacto de misil", agregó. "También durante el ejercicio, los barcos y la fuerza aérea trabajaron en acciones para aislar la zona temporalmente cerrada a la navegación y también realizaron un conjunto de medidas para detener al barco atacante", explicó el texto citado por la agencia de noticias AFP.
Rusia advirtió el miércoles que los cargueros dirigidos hacia puertos ucranianos podrían considerarse sospechosos de ser buques con cargamento militar, luego de no renovar el acuerdo que permitió en el último año exportar casi 33 millones de toneladas de granos bloqueados por la guerra, clave para la seguridad alimentaria de países en vías de desarrollo.
Moscú argumentó que no se cumplió un pacto firmado en paralelo para vender sus productos agrícolas, especialmente fertilizantes, afectados por las sanciones adoptadas por Occidente, entre otras cuestiones.
Desde entonces se intensificaron los bombardeos sobre puertos ucranianos y hubo un nuevo ataque sobre almacenes de grano en Odesa, según el gobernador local, Oleg Kiper.
El dirigente precisó que la ofensiva destruyó cien toneladas de guisantes y 20 toneladas de cebada, mientras que dos personas resultaron heridas, informó la agencia de noticias Europa Press.
En tanto, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, mostró su optimismo de que se reactive el acuerdo de granos durante unas negociaciones que mantendrá con su homólogo ruso, Vladímir Putin, en la reunión prevista en agosto.
Ucrania y Rusia producen en conjunto un tercio del trigo mundial y sus exportaciones son claves también en productos como el maíz y aceite de girasol, por lo que el bloqueo a las exportaciones por la guerra afectó la seguridad alimentaria.
El pacto contribuyó a estabilizar los precios mundiales de los alimentos, por lo que la nueva situación, en la que los buques no se atreven a anclar en puertos ucranianos para cargar granos, provocó un fuerte aumento de los precios agrícolas en los mercados europeos.
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