A través de actividades prácticas, los estudiantes aprenden a realizar trámites online, manejar herramientas de productividad y aplicar conocimientos tecnológicos en su vida cotidiana, promoviendo una alfabetización digital efectiva.
La iniciativa comenzó con la visión de la docente Yanina Jimena Happel, quien, en su rol como responsable pedagógica de la Escuela para Adultos Nº 2, impulsó la idea inicial. Posteriormente, el proyecto fue respaldado y desarrollado bajo la dirección de Analía Fortuna, la asesoría pedagógica de Ana Soria y la coordinación de Viviana Echeverría, consolidándose como una estrategia clave para ampliar el acceso a la tecnología en la educación de adultos.
Con un cronograma de ejecución de tres meses por extensión áulica, la implementación progresiva durante el ciclo lectivo 2025 garantiza que el estudiantado desarrolle competencias digitales que refuercen su autonomía y favorezcan sus oportunidades en el ámbito personal y laboral.
El propósito fundamental del programa es fortalecer la inclusión tecnológica dentro de la educación permanente para jóvenes y adultos, promoviendo el acceso equitativo a herramientas digitales esenciales y asegurando que los estudiantes no solo adquieran conocimientos técnicos, sino también la confianza necesaria para desenvolverse en entornos digitales con seguridad y autonomía.
Viviana Echeverría, especialista en herramientas informáticas para la administración, es una experta en tecnologías educativas con una destacada trayectoria en la enseñanza y aplicación de las TIC en diversos contextos educativos. Su formación pedagógica le ha permitido diseñar e implementar estrategias innovadoras para la alfabetización digital de adultos, promoviendo la inclusión y el acceso equitativo a la tecnología. Como coordinadora del proyecto, ha trabajado para garantizar que los estudiantes desarrollen capacidades digitales esenciales tanto para su vida cotidiana como para el ámbito laboral.
Echeverría subrayó que el programa se encuentra respaldado por la Ley de Educación Nacional (LEN) N.º 26.206, que establece que la educación para jóvenes y adultos debe orientarse al desarrollo de habilidades y conocimientos adaptados a las necesidades de cada grupo. Según esta legislación, la educación es una herramienta clave para fortalecer la expresión, la comunicación, la interacción interpersonal y la construcción del conocimiento, tomando en cuenta las particularidades socioculturales, laborales y contextuales de los estudiantes.
Asimismo, la Resolución CFE 118/10 refuerza la visión de la educación como un factor de transformación social, capaz de fomentar el pensamiento crítico desde una perspectiva reflexiva y emancipadora. En este marco, el aprendizaje basado en el desarrollo de capacidades busca integrar conocimientos con prácticas sociales, promoviendo una educación que no solo transmite información, sino que también potencia la participación activa en la sociedad.
En este sentido, los estudiantes adquieren habilidades fundamentales en el uso de dispositivos móviles, computadoras y diversas herramientas digitales. La inclusión digital se refuerza al facilitar el acceso a trámites en línea, el uso de la app PAMI y la consulta de información relevante. Además, el proyecto mejora la empleabilidad, proporcionando conocimientos en procesadores de texto, hojas de cálculo y plataformas de búsqueda laboral, herramientas indispensables en el entorno profesional.
La implementación de “Tech Aventura: Descubriendo el Mundo Digital” se llevó a cabo entre marzo y mayo de 2025 en el Nivel Primario de la Escuela de Adultos Nº 2, logrando avances significativos en el uso de dispositivos digitales. Los participantes adquirieron competencias en navegación segura y manejo de herramientas esenciales, fortaleciendo su autonomía y participación activa en entornos tecnológicos.
Para Juan Carlos, estudiante del programa, el proyecto fue una oportunidad inesperada. “Cuando vuelvo a casa, escribo lo aprendido en mi cuaderno y lo paso a la computadora para practicar”, comentó, sorprendido por su capacidad de seguir aprendiendo.
Dora Figueroa, otra estudiante, inicialmente dudaba de sus habilidades, pero el taller transformó su percepción. “Pensé que sería complicado, pero me adapté bien. Antes solo encendía la computadora, ahora sé escribir y añadir imágenes”, expresó con entusiasmo.
La experiencia de los participantes refleja el impacto directo del proyecto en su autonomía digital. Juan Carlos destacó que, aunque aún enfrenta ciertas inseguridades, cada día avanza en su aprendizaje. “No perdí el miedo del todo, pero voy mejorando. Quiero seguir aprendiendo”, afirmó. Dora, por su parte, siente que el programa le abrió nuevas posibilidades. “Aprender tecnología me ayuda a avanzar poco a poco”, señaló.
Más que un mero proyecto, Tech Aventura ha sido un motor de cambio, permitiendo a los estudiantes desarrollar herramientas digitales esenciales para su vida cotidiana y laboral. La alfabetización digital no solo los acerca a la tecnología, sino que transforma sus perspectivas y abre caminos hacia nuevas oportunidades.