LUNES 02 de Diciembre de 2024
 
 
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Subestimar: Un error en política

Un artículo del antropólogo Alejandro Grimson propone que un análisis de los aciertos y errores de las estrategias electorales dice: “Es falso que hubo un ‘giro a la derecha’ de la sociedad. No se debe subestimarse a los adversarios o al electorado: son pecados graves en política.”

Naturalmente lo ocurrido fue el hartazgo de la sociedad o parte de ella al estar sometida a los continuos fracasos de gobiernos anteriores y procuró un cambio. Eligió a quién supo decirle lo que pretendía escuchar.

Agrega el conocido profesional: “Tampoco se pueden dejar de hacer los esfuerzos estratégicos para tratar de ganar una elección, pero está claramente señalado que no es a través del menosprecio que se puede alcanzar resultados exitosos”.

En anteriores entregas señalábamos que los movimientos políticos que se aprecian realizan desde las estructuras de La Libertad Avanza, fundamentalmente del “triángulo del poder”, la búsqueda de un “oponente” que apareciera con suficientes flancos frágiles que les permitiera hacer una campaña 2025 y proyectar el 2027 con cierta comodidad.

El operativo no es novedoso y todos los sectores de la política nacional -en alguna medida- han apelado a encontrar rivales fáciles y de esta manera evitarse montar estructuras especiales para lograr asentar un candidato o reafirmar los que están.

El presidente Javier Milei que se especializa en montar escenarios de conflictos diversos, coadyuvado por su hermana “el Jefe” Karina Milei, señalada como la cabeza del futuro partido nacional de LLA y el asesor estrella Santiago Caputo, un todoterreno que vive elucubrando instancias superadoras, tienen un opositor/ra, que se presta adecuadamente al juego de llevarla/lo al escenario principal y que se muestre políticamente.

La elegida es -hoy- Cristina Fernández de Kirchner. Ex diputada, ex senadora, ex presidenta y ex vice presidenta, que generó la conformación de un grupo duro, que pese a todas las circunstancias que la señalan como parte de gobiernos fracasados, la siguen apoyando.

Es en este movimiento donde aparecen las dudas y se percibe la subestimación. La pregunta que -suponemos- se hacen es: Dueña de fracasos que fracturaron la sociedad. Condenada por diversos delitos cometidos durante su administración: <EM>¿Cómo puede ser un riesgo a futuro para el gobierno libertario, específicamente para Javier Milei?

Todos los argumentos son válidos y son manejables de acuerdo a las oportunidades que se presenten. Se puede estar o no de acuerdo con ellos, pero resulta un grueso error, pensar que todo pesará y aumentará en los tres años que aún restan para las elecciones.

Es aquí donde surge claramente la subestimación del personaje. Ya pasó y como dice el refrán: “¡para muestra basta un botón”... Mauricio Macri es el ejemplo palpable de ese exceso de confianza, fundado en una primera etapa del gobierno en la que naturalmente desgastado por las dificultades pensó que, alentando una figura cuestionable, podía tener posibilidades de reiterar un mandato presidencial.

No previó, no supo ver que la centralidad de la “vieja política” ocupaba el centro del “cuadrilátero” y manejaba las acciones. Cuando pudo verlo ya era tarde.

Hoy se observa cómo la política kirchnerista, lentamente está sintiendo el peso de quien siempre fue su conductora. Sus apariciones en distintos puntos del país y para determinados acontecimientos están mostrando que hay una planificación “aceitada”, que va en procura del desgaste que pueda producirle al gobierno de Javier Milei.

Escala posiciones y pese a estar “acorralada” por las acciones judiciales, está logrando un objetivo claro, preciso: centralidad en su sector. Ya a punto de hacerse cargo de la presidencia del Partido Justicialista, tendrá una formidable tribuna para influir sobre sus iguales y los sectores peronistas que aún nadan entre dos aguas.

Hoy es demasiado anticipado el tiempo para determinar si este cuadro de situación se mantendrá en el tiempo y mucho menos si la acción de las respuestas judiciales a los procesos con sentencias, objeto de apelaciones y recursos varios pueden ser el “puente roto” que la “verborrágica” Cristina no pueda sortear.

En estas apariciones, el objetivo ha a sido señalar lo que llama “persecución judicial para inhibirla” y por otro marcar las diferencias que, ella entiende, tiene el gobierno actual liberal-libertario, con los que fueron los suyos.

El marco multitudinario la acompañó en su aparición en Rosario, en un acto donde hizo una defensa del sistema sanitario público en su gestión, habló de la problemática de la salud mental en el país y renovó sus críticas al Gobierno. Debe ser contemplado y no ignorado.

El desarrollo en el Complejo La Siberia de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) que llevó la consigna “¡La salud es un derecho y debe garantizarse a lo largo y ancho del país!” logro mostrar que aún sigue teniendo peso político, que no significa se transformen en votos, pero juegan con el tiempo y esto ha demostrado en los sucesos anteriores que sorprende.

Reiteramos, los argentinos tenemos propensión a ser frágiles de memoria, tanto para un lado como para el otro. El 2024 está llegando a su culminación y se abren perspectivas políticas para el 2025 que pueden resultar el escenario que forje el 2027.

Vale la pena evaluarlo, sin descartes innecesarios y muchos menos minusvalorar lo que hay enfrente.

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