Una institución señera en la ciudad. Forjadora de acontecimientos que plasmaron el espíritu deportivo, acompañando el devenir de un pueblo que se refugió en sus clubes, formadores de cuestiones sociales que fueron el mejor sustento. Sportivo Independiente está cumpliendo 105 años de vida, y desde su fundación un 20 de agosto de 1920, viene marcando el pulso de General Pico.
Todo ocurrió cuando alumnos de cuarto grado de la Escuela 66 pidieron al maestro Roberto Petit de Meurville la conformación de un club, y así fue como vio la luz bajo un estatuto que marcaba pautas claras como enseñar a leer y escribir a quien no supiera, y observar respeto mutuo al adversario, quedando incorporada para siempre la frase “mens sana in corpore sano”.
Independiente arriba a este nuevo aniversario fundacional y lo hace en pleno funcionamiento en su gran manzana emplazada en las calles Avenida San Martín, 16, 1 y 103, donde se llevan adelante distintas prácticas deportivas y también otras actividades sociales como es el funcionamiento de un establecimiento educativo de nivel inicial. En el comienzo de la hermosa historia, todo se armó en derredor de una pelota. Los pibes que concurrían a la vieja Escuela 66, instalada por entonces en calles 24 y 23, en la floreciente “aldea” piquense. Todo era ternura y la pelota, de trapo mayormente, pasó a ser el elemento resonante, convocante. Al impulso del inolvidable Roberto Petit de Meurville, los recreos tejían esa magnífica realidad. La 66 tenía hasta cuarto grado y fue esa promoción, en 1920, la que insistió, ante ese maestro que había arribado a estos pagos dos años antes, la necesidad de crear un club.
Las reuniones en la esquina al término de la clase se extendieron a una pieza del hotel “El Gas”, de Laberain, donde Petit de Meurville vivía. El cariño y el respeto mutuos acompañaron la voluntad de los chicos, haciéndose realidad la idea fundacional un 20 de agosto de hace 105 años. “Los coloraditos” fueron ganando afecto y apareció de inmediato la inquietud de contar con la cancha propia. Fue entonces como Luis Castellanos, encargado de la administración de lotes, cedió con una rebaja de tres mil pesos la manzana ubicada junto a las vías del ferrocarril.
Muchos nombres están asociados a ese momento mágico. Surgen en el recuerdo Pedro Gómez, Patricio Barrientos, Julio y Felipe Mareque, José Testa, Camilo Yáñez, José Verna, Armando Palma, Martín Betelu, Aníbal Ferreyra, Ricardo Pedrerol, Telmo González, Gerónimo Escobar, Florentino Anocibar, Celestino Fernández, José Ruiz, Juan Delcó, Francisco Dambolena, José Galé, Juan Echeveste, Juan Ismael Alonso, Ramón Serra, Mariano Lagraba, Francisco y Victor Santesteban, Melitón Ibarra, Juan y Ramón Echeverri, Enrique Pedrerol, Juan Guridi, Atilio Seghesio, Manuel Bermúdez, los hermanos Pozzolo, Juan Betelu, José Páez, Benigno Martínez, Miguel Mac Donnell, J. de la Cruz, Enrique Farala, Enrique Boles, Alberto Soldatti, Miguel Betelu, Dionisio Quiroga, Ángel Betelu, Julio Speranza, Miguel y Alonso Moreno. Todos comprometidos con un estatuto que era un juramento.
Lances informales, cuando más por alguna copa o medalla, constituyeron la actividad del primer ciclo, atento a que no existía ningún nucleamiento oficial del deporte en La Pampa. En la primera y segunda campaña futbolística el equipo fue tomando consistencia que se acreditaría más tarde al constituirse en uno de los animadores de los torneos organizados por la Asociación Pampeana, surgida en 1926. Una formación de 1921 mostraba a José Testa, Camilo Yáñez, José Verna, Armando Palma, Pedro Gómez, Patricio Barrientos, Julio Mareque, Aníbal Ferreyra, Martín Betelu, Ricardo Pedrerol, Gerónimo Escobar y Florentino Anozibar. Como linesman estaba Celestino Fernández. Su primer título en la Pampeana lo consiguió en 1928, y su última vez dando una vuelta olímpica fue en 1961. Ya han transcurrido 64 años. Lentamente el club fue ocupando otros espacios para el desarrollo deportivo. A los distintos amistosos en fútbol con equipos de la zona, se sumó en 1923 el tenis, inaugurándose la cancha un 10 de junio de ese año.
También el atletismo alimentó el crecimiento del club desde su mismo nacimiento, utilizándose el predio del Prado Español. En esas tenidas atléticas se reunían los Betelu, “Corchito” Rodríguez, Bartolo Riera, Ricardo Pedrerol, F. Sierro y Verna, entre otros. La primera época de oro del atletismo se produjo bajo la tutela de Luis Piccolotto, y entre otros estaban Humberto González, Carlos Aguilar, José Benéitez, Eutimio Berguño, Saúl Cazenave, Luis Rivera, Luis Tolosa, Eugenio Marsero, Raúl Maidana, Carlos Ansaldo, Adriano Pisauri, Ernesto Benéitez, Celestino Berguño. A su vez, el “Rojo” introdujo el básquetbol, con actividad en un terreno que estaba ubicado en calle 15 y Avenida. A lo largo del tiempo ha impulsado otras disciplinas como golf, ciclismo tuvo el primer velódromo asfaltado-, bochas, pelota a paleta, beisbol, boxeo, cesto, vóley, speedway, y automovilismo, organizando la Vuelta de General Pico y construyendo un autódromo en los primeros años de la década del 70.
La condición de marcador de rumbos que sin pretenderlo caracterizara a Independiente, hizo que construyera la primera pileta de natación de La Pampa. La influencia de esa decisión fue fácil advertirla, ya que ella habría de reproducirse poco después en múltiples instituciones no solo de nuestra provincia, sino también de otras inmediatas, permitiendo la difusión de uno de los deportes más sanos y necesarios para el individuo. El natatorio que se incorporó con el primer gran estadio, tuvo también su gravitación en una adopción de formas más llanas de entender la vida por parte de la colectividad, pues sirvió para romper prejuicios que ya no se concebían en una sociedad en plena evolución.
El “Rojo” también se destacó en el plano nacional e internacional a través del básquetbol, ya que en la década del 90 conquistó títulos de la Liga Nacional y en el orden Sudamericano. En los últimos años el básquetbol “resurgió” en la ciudad e Independiente volvió a ser protagonista. En esa “gran manzana Roja”, entre otras acciones sociales, se destaca el certamen de asadores que se lleva a cabo en el estadio con la participación de representantes de distintas localidades pampeanas y del oeste bonaerense. La actual comisión directiva, encabezada por el presidente Damián Brun, cuenta con el acompañamiento de numerosos socios para dotar al club de nueva y mejor infraestructura, manteniendo en inmejorables condiciones cada una de sus instalaciones.





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