Un forma de comenzar a establecer los límites entre aquello que es una realidad de los argumentos que se esgrimen para justificar el relato.
Esta expresión común pretende: Coloquialmente separar la paja del trigo que significa lo bueno y malo a menudo están juntos, al igual que el trigo crece conectado a la paja, y por lo tanto es necesario separarlos para disfrutar los beneficios de lo bueno.
Lo mismo ocurre con las conductas humanas. Muchas veces nos sorprendemos ante situaciones que nos plantean la disyuntiva de diferenciar entre aquello que nos dicen y prometen como un objetivo claro que solo busca nuestro bienestar y la realidad termina mostrando que solo procuraban un “plafón” ciudadano para concretar sus objetivos egoístas y personalistas de seguir junto al poder.
Porque en verdad quienes realizan estas prácticas, que hoy son moneda corriente en la nueva clase política -por lo menos así ellos se intentan diferenciar- no son más que la continuidad de acciones que marcaban el derrotero de una “casta” que utilizaba la gente como el medio para alcanzar los fines propuestos.
Recientemente se volvió a dejar en evidencia cuales son los objetivos que pretende alcanzar el grupo gobernante, La Libertad Avanza con el “triángulo de hierro” a la cabeza, que no repara en voltear todo aquello que se oponga a sus decisiones, logrando convertir en poco menos que vasallos a quienes la lógica indica son sus iguales, aunque piensen diferente.
La instrumentación de vetar la ley del financiamiento universitario, porque afectaría -según ellos- el equilibrio fiscal, poniendo en riesgo su planificación de regulación integral del Estado en todas sus facetas, volvió a mostrar quienes defienden los legítimos derechos de la gente y aquellos que solo están mirando su futuro político.
El posicionamiento del PRO, cuando se legitimó la ley, siguiendo las directivas del presidente del partido Mauricio Macri, fue -quedó evidenciado- una maniobra para volver a intentar que Javier Milei, acepte un cogobierno con el sector de los opositores dialoguistas y acuerdistas.
La firmeza del presidente libertario en torno a quienes quiere a su lado, vuelve a dejar “colgados del pincel” a quienes se sintieron fortalecidos tras las estrategias montadas por Santiago Caputo, delfín liberal que cerró la negociación.
Ocurrió con el veto a la formula de ajuste a jubilados y se repitió ahora, aunque las consecuencias, entendemos, se plantean muy diferentes, en tanto se ha vulnerado el principio básico de toda Nación que pretende crecer y desarrollarse: proteger a las nuevas generaciones y darles la oportunidad de formarse intelectual y profesionalmente.
Este ataque a la Universidad pública infiere un severo daño a las oportunidades que tiene Argentina de lograr revertir el proceso de decadencia y destrucción de todo lo que constituye el aparato productivo-industrializador, económico y financiero, ante el cerrojo que se procura al convertir a los niveles de estudios universitarios en un ámbito elitista reservado para aquellos pueden afrontar determinados gastos.
En un ámbito, si se quiere chico como la provincia de La Pampa, resulta un tanto inexplicable que quienes se sintieron poderosos manejando su voto en favor del mantener el veto, casos legisladores Martín Maquieyra y Martín Ardohain, ambos del PRO, prácticamente huyeron custodiados por la policía Federal, cuando una veintena de estudiantes universitarios los esperaban a la salida del Aeropuerto de Santa Rosa, para entregar una carta invitación a una charla en la Universidad de La Pampa, para que explicaran el porque de su voto y como se continúa estudiando ante los recortes presupuestarios.
Esa actitud dejó claramente explicitado que jugaron a la política personal en perjuicio del estudiantado universitario pampeano. De no ser este el objetivo, ¿porque rehuyeron encontrarse con un estudiantado que se siente notoriamente perjudicado y que esta viendo acotadas sus posibilidades de darle continuidad a sus formaciones profesionales?.
Expresó Agostina Béccar, presidenta del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Humanas. “Eramos un grupo de 10 o 12 personas, algunos con carteles; yo particularmente estaba con una nota que quería entregarle, invitándolo a ir a la universidad para debatir con los estudiantes y que explique su postura”.
Es la obligación de un político, no importa demasiado su ideología, pero que ha encontrado su lugar a través del voto de la gente, responderle con la debida honestidad intelectual que se supone estuvo detrás del voto que apoyo el veto presidencial que conlleva como finalidad materializar el objetivo que proclamó durante su campaña: “Arancelar las universidades comenzar con la instrumentación de los vouchers como medio financiero”.
Esto que hoy recordamos esta en los archivos que recogieron los principios del cambio que el liberalismo-anarcocapitalista pretende para sacar a la Argentina de su profundo deterioro social, económico y financiero.
No es evitando dialogar y explicar sus conductas que se logra encumbrarse en la función pública.
Solo hace falta tener memoria y ser honesto con su pensamiento.



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