Previo a concretar este encuentro y para poder abordar el mismo con la información necesaria, es que se realizó una junta interescolar con las partes organizadoras, donde, entre otras cosas, se recorrieron las escuelas y se analizaron los talleres sobre todo de la EPET Nº 2.

El eje de la actividad desarrollada en El Viejo Galpón fue el rol de la mujer en las escuelas técnicas, para lo cual fue necesario en la oportunidad, reflexionar sobre los estereotipos de género en torno a las especialidades que se dictan en dichos establecimientos, reconocer las barreras en torno a la preparación para el mundo del trabajo y construir colectivamente propuestas que promuevan la perspectiva de género en las escuelas y especialidades que las estudiantes cursan.

La Reforma dialogó con Bianca Pallarola Matta, una de las alumnas de la EPET Nº3 que llevó adelante la iniciativa, quien explicó que “el encuentro tuvo que ver con la necesidad que teníamos las chicas de las escuelas técnicas de socializar entre nosotras y de compartir las problemáticas que tenemos en nuestros establecimientos, donde generamos un espacio de escucha, de poder conocernos, y de compartir situaciones y experiencias”.

En relación a lo abordado, refirió que “cada mesa tuvo un eje temático, a mi me tocó lo relacionado al ambiente laboral, sobre cómo nos sentimos en cuanto a la preparación que nos brinda la escuela y cuáles eran nuestras expectativas. De esto resultó que nos sentíamos académicamente bien preparadas para lo laboral, pero manifestamos nuestra preocupación en relación a los puestos de trabajo y los salarios, en esa diferencia que se da entre mujeres y hombres”.

Otro de los temas estuvo planteado según las estadísticas que marcan que hay muchos hombres en las escuelas técnicas en orientaciones que implican fuerza y más mujeres en las que requieren más detalles, de lo que resultó que “todo esto está relacionado a los estereotipos que se vienen arrastrando desde hace muchos años”, manifestó.

La violencia fue otra de las temáticas abordadas, y aquí “apareció la misma problemática en todas las alumnas, especialmente en las que concurren a la EPETNº2, donde la población mayor es de varones y esto de que siempre les decían que no podían concurrir a ese establecimiento porque eran mujeres, y no iban a poder con el trabajo pesado, algo que estuvo arraigado en la sociedad pero, actualmente, si bien son pocas mujeres, poco a poco han ganado su lugar y se sienten incluidas”, sostuvo.

Finalmente, la entrevistada valoró este tipo de iniciativas y también el aporte que hacen las escuelas técnicas al estudiantado, ponderando sobre todo la oportunidad de salir del último año con herramientas para poder enfrentar el mundo laboral en caso de decidir no continuar una carrera terciaria.