“A todos les llega su San Martín”, viejo refrán que intenta señalar que nadie, obre como obre, esta por encima de una sociedad. Podrán -dadas las circunstancias y el momento- tener un poder que resulta materia obnubilante que no les permite ver que todo tiene un final. Pero el final llega tarde o temprano.
Es evidente que el poder logrado -en su momento- por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, desbordó su ego personal y se llevó puesto la sensatez que hubiera necesitado para no ser desplazada y convertirla en esa imagen de una política que no encuentra respuesta en la sociedad.
Tiene su “circulo duro”, si lo tiene, aunque cada vez más debilitado, dado que muchos, están viendo que el barco esta “escorado” y por momentos se asemeja el “Titanic” amenazando con hundirse definitivamente.
Esta situación no conforma y mucho menos a quienes fueron sus “fieles” adláteres, pero que permanecían por conveniencia.
Hoy la manera de hacer política cambió. El sistema “ambulanciero” levantando los despojos de lo que va quedando -pero condicionando su ingreso- y la otrora poderosa mujer que supo pararse y manifestar: “Ahora vamos por todo”, se encuentra desdibujada en una pelea desgastante con el presidente Javier Milei.
Si uno analizara, desprendiéndose de emociones personales y naturalmente de intencionalidades ideológicas; ambos, tanto Milei como Cristina, tiene un enorme parecido. Una pretendió ser la única y poderosa. El vigente libertario está en la misma sintonía, pero le lleva como ventaja que un sector de la sociedad muy importante, dijo basta de Cristina, del kirchnerismo, queremos el cambio y paradojalmente -o no tanto- apareció el escandaloso farandulero que ganaba rating en ámbitos del espectáculo televisivo y se posicionó con su “verba” antipolítica libertaria.
Cristina ha procurado en las últimas semanas ponerse en un escenario desde el cual marca sesgos netamente opositores, irónicos por momentos, agresivos por otro, ante un presidente Javier Milei, que sale fuera del país y se despacha con aquello que quieren escuchar los poderosos mercadistas de un mundo diferente, en el cual , por ahora, no tenemos inserción. Solo buenas intenciones.
El fundador de La Libertad Avanza esta plenamente convencido que porque le sonríen, palmean y escucha algún que otro elogio hacia sus políticas disruptivas, es un igual. La realidad puede ser dolorosa cuando se sienten en la mesa de los intereses, es allí donde prevalecerán los más fuertes y mal que nos pese nosotros, los argentinos, no lo somos. Por lo menos por ahora.
Cristina que se ha colocado en un centro guardando equidistancias con todos los ámbitos que le fueron y muchos aún lo son, fieles a sus mandatos y desde ese “púlpito” admoniza, critica, señala errores y vaticina desastres, sigue sin encontrar respuestas de la sociedad.
Mientras esto sucede se puede notar la pronunciada decadencia de un sentir político que esta desvaneciendose ante la ausencia de estructuras nuevas, caras sin contaminación con la vieja política. Todo es negativo y estamos seguros que la ex presidente y vice se ha dado cuenta y procura no caer en el ostracismo total.
En razón de ello son las salidas en las redes sociales que están abiertas a ser el eje de las disputas políticas, lo mismo que la repercusión que alcanza en sectores de la información que aún le son fieles, aunque ya no son tantos y muchos han puesto en evidencia que se sienten liberados del maltrato al que fueron sometidos durante las gestiones kirchneristas.
Se sorprende un sector de la ciudadanía por la permanencia de la imagen positiva del presidente liberal-libertario-anarcocapitalista y como él dijo “no libertarado”. Pero no hay nada enfrente.
Y no es un fenómeno que debiera resultar algo novedoso; confrontando no hay nada que ya no se conozca. Y si una vez parte de la sociedad le dio la espalda, esa actitud se mantiene y en ese aspecto puede señalarse el poder que esgrime Javier Milei y los dos integrantes que integran el “triángulo de hierro”, su hermana Karina y el asesor estrella Santiago Caputo.
En la ausencia de “nuevos valores” esta basado el intento de formalizar un partido nacional de La Libertad Avanza que dirige Karina Milei con el aporte de Sebastián Pareja y Santiago Caputo.
Iniciaron un camino al que procuran darle intensidad para abortar cualquier intento de generar una fuerza diferente que compatibilize en un punto medio liberalismo-centro-izquierda y desde allí surja el elegido. Esa es la premura de avanzar en esta etapa donde se prevén las elecciones intermedias.
También lo sabe Cristina y a eso obedecen sus apariciones recientes. Además intenta mostrar un poder -que ya esta muy desdibujado- para neutralizar las acciones de la Justicia y las legislativas oficiales y opositoras amigas que pretenden excluirla con la vigencia de la Ficha Limpia.
El presidente Milei, hoy, sigue posicionándose como el de mayor predicamento político y eso le basta para intentar lograr sus objetivos. Los sectores dialoguistas con ciertos temores, se siguen prestando a escuchar a los negociadores. Los más díscolos saben que no cuentan con número legislativo que les permita imponer condiciones.
Hoy es negociar, acordar y ver que se obtiene, ante un presidente que dispone y acciona de acuerdo a sus principios liberales, libertarios, anarcocapitalistas.
Realidad, señores, realidad... Esto es lo que hay ver hoy.
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