LUNES 09 de Septiembre de 2024
 
 
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Remate de cargos...

Puede llamar a risa e inclusive presuponerse que es una exageración, pero la realidad es mucho más contundente que cualquier relato de los muchos que circulan hoy por diferentes medios periodísticos, informativos y de análisis de la política nacional.

Ya habíamos internalizado aquella frase: “Hay funcionarios que no funcionan”, situación que es transferible a los distintos niveles de los poderes del Estado, fundamentalmente al legislativo, donde las internas son el condimento diario.

En el marco del oficialismo, el presidente Javier Milei, habría dejado trascender que dada la ausencia de autoridad para resolver cuestiones de desinteligencia política que afectan al gobierno, él tomará las riendas de las decisiones que se vienen.

No es demasiado común ni representa una habitualidad que un bloque determinado, salvo razones justificadas como podrían ser decisiones judiciales por investigaciones y/o procedimientos del Poder Judicial que ponen en tela de juicio comportamientos de legisladores determinados, decida echar a uno de sus integrantes.

En este caso obedece por “indisciplinados” y no seguir las reglas y órdenes que parten directamente del Poder Ejecutivo. Algo así como “El que no cumple con lo que digo, debe irse o lo echamos”... parafraseando al libertario presidente argentino.

El resultado de esta primera movida podrían resumirse en: “Teníamos pocos, ahora tenemos menos”. Esto significa claramente que el posicionamiento de La Libertad Avanza en el Senado y en Diputados está cada vez más debilitado y urgen las negociaciones y consensos con otras fuerzas opositoras que compartan los principios del cambio y convengan en darles respaldo a las peticiones proyectadas por el Poder Ejecutivo.

Esto, claramente, beneficia a la figura del presidente del PRO, Mauricio Macri, quien ahora avanzará en sus proyecto de colocar su gente en funciones de importancia gubernamental, fundamentalmente tener voz y voto que sean escuchadas por Javier Milei.

Hoy se registra una tómbola que gira según la orden del libertario, liberal, anarcocapitalista, presidente argentino Javier Milei, que ha tomado la responsabilidad de ser él quien ponga órden en la pequeña tropa que le queda.

En la reunión donde se puso sobre la mesa de discusión el tema, analizando las consecuencias y procurando las mejores formas de cortar la “sangría” y darle fortaleza a lo que queda con estrategias de acuerdos y negociaciones futuras estuvieron Karina Milei, Guillermo Francos, Santiago Caputo y los Menem, Martín y Eduardo “Lule”.

Aparece muy debilitada la figura del presidente de la Cámara de Diputados Martín Menem quien procuró en este encuentro justificar las situaciones que han desordenado el bloque mileista. Un esfuerzo desesperado para que Gabriel Bornoroni, no sea su futuro reemplazante.

También en la “tómbola” aparece con buenas posibilidades de volver Oscar Zago, quien ya fuera presidente del bloque de LLA y se alejara ante la ausencia de coordinación con sus compañeros de bancada. El llamado de Javier Milei a una entrevista de la que no trascendieron detalles, lo coloca en carrera y podría ser un as en la manga del presidente.

En este confuso panorama, ya están en la cancha los interesados en ocupar lugares en el escenario del poder. Son muchos, algunos improvisados en la política, sin experiencia ni antecedentes que ameriten ni aseguren su adaptabilidad para un cargo.

Otros ya jugando, pero sin chances de sobresalir ante las frustraciones que se han podido observar. El ámbito más debilitado por ausencia de consensos es el legislativo, donde adquiere y prevalece la experiencia, fundamentalmente la negociadora, hoy uno de principales focos negativos que tiene Javier Milei.

La ausencia de estructura propia conspira con las pretensiones del presidente Milei de imponer -sin negociar- sus proyectos reformistas y ahora los mecanismos inherentes al reacomodamiento de un Estado ajustado a las mínimas necesidades.

A esta altura del mandato, si bien aún faltan tres años y meses para que se cumpla el ciclo, las diferencias interpartidarias se amplían y si aún sigue manteniendo el presidente -según encuestas y analistas políticos- imagen alta y con menos porcentual, pero igualmente positivos indicadores en la gestión, es porque enfrente no hay nada.

Esto no es fruto de la casualidad, sino la realidad. Es el escenario donde están jugando la duda y el espanto. Todo obedece a que lo opuesto sigue sin aparecer y nadie que constituya una fuerza renovada, que resulte una avanzada opositora diferente buscada por una parte de la sociedad, se hace presente.

Termina la semana, pero todo indica que las reuniones, algunas secretas y otras no tanto, tendrán continuidad para establecer, a partir de la semana que viene, un panorama resuelto y ordenado.

Javier Milei entendió que debe empezar a llenar “casilleros” gubernamentales que hoy están a la deriva y debe ordenar la tropa. De no obtener resultados positivos, correrán fuertes vientos y habrá tempestades.

El poder se construye con firmeza, pero debe tener el condimento de la sabiduría e inteligencia para lograr los objetivos deseados.

¿Podrá Javier Milei mostrar esas virtudes?

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