SÁBADO 13 de Diciembre de 2025
 
 
Compartir
Twittear
 

Reforma laboral: un teorema a resolver

Este dilema es de carácter mundial y ya se registra en muchos países, donde han avanzado con determinadas normativas, tendientes a obtener que la reforma laboral beneficie tanto al trabajador como al sector empresario, en relación directa con el avance tecnológico.

El tema no deja de ser extremadamente conflictivo, especialmente en aquellos lugares en donde tiene notable incidencia la voluntad sindical.

En tanto, cuando se procuran resolver ajustes laborales de trabajadores o trabajadoras, también deben considerarse las consecuencias, a qué sectores afecta y de qué manera.

Consideramos que no es un tema de campaña, porque se nota claramente, la influencia que algunos sectores pretenden lograr para obtener el beneplácito de los trabajadores y ganarse el voto.

Es, sin lugar a dudas, una cuestión extremadamente delicada, que por su trascendencia merece ser analizada, tratada y resuelta por entendidos en materia laboral, trabajadores, empresarios, cuerpos especializados de carácter interdisciplinario, entre otros, para poder llegar a resolver un tema realmente conflictivo.

Rudimentariamente se dice: si se disminuyen las horas laborales baja la producción. Esta sería una fórmula demasiado simplista para resolver la discusión y desconocer los contenidos fundados en los proyectos presentados en la Cámara de Diputados y que han comenzado a ser analizados.

No cabe ninguna duda que los países con un notable avance tecnológico, están encaminados ante el reemplazo de la mano de obra humana, por sistemas inteligentes, que les ha facilitado un área específica del dilema que se plantea.

Esto no ocurre en esta parte del mundo, donde existe un notorio atraso en todo lo que son las nuevas incorporaciones de tecnologías de avanzada, caso empresas que ya han incorporado la robotización y los esquemas computarizados para resolver problemas de eficiencia y mayor trabajo.

Es evidente que se debería tener en cuenta experiencias en el primer mundo. Donde la reforma laboral propone cambios ‘al Código Sustantivo del Trabajo en aspectos como: la contratación, la jornada laboral, los recargos nocturnos y dominicales, la tercerización, el trabajo rural, el trabajo en plataformas digitales, la equidad de género, la negociación colectiva y la huelga’.

No es sólo un análisis rápido que se supedite a menos horas de trabajo, sino a la resultante que emerge de una instrumentación que implica otras consideraciones que giran alrededor del trabajador o trabajadora.

La definición es clara, precisa y no deja lugar a dudas: ‘La reforma laboral hace referencia a cualquier modificación de la normativa cuya finalidad es mejorar y cambiar las relaciones laborales de un país. La idea es obtener una regulación del mercado de trabajo más eficiente’.

Para el logro de estos objetivos, se hace indispensable contar con todos los elementos que hacen a un sistema complejo, de empresa-trabajador y resultante productiva, que tienda a resolver el dilema que, evidentemente surgió y se materializó durante la pandemia, donde las circunstancias obligaron a un sistema de trabajo inusual, pero que -en la mayoría de los casos- dio óptimos resultados.

Actualmente, el artículo 123 constitucional establece que los trabajadores tienen derecho a un día de descanso por cada seis días de tareas, mientras que la Ley Federal del Trabajo establece que una persona puede trabajar hasta 48 horas a la semana, con un máximo de ocho horas al día por seis días a la semana, siendo anormal e inconstitucional los dobles días de descanso, no fijados en ninguna legislación.

En ninguna normativa laboral -salvo en el orden económico- existe la premisa del ‘derecho adquirido’. En tanto se entiende que si no corresponde y está mal aplicado esa prerrogativa no es válida. Naturalmente es un tema complicado y será origen de discusión.

Qué dice la legislación: ‘Los trabajadores tendrán derecho a un descanso mínimo semanal, acumulable por períodos de hasta catorce días, de día y medio ininterrumpido que, como regla general, comprenderá la tarde del sábado o, en su caso, la mañana del lunes y el día completo del domingo’.

El tema muestra una dificultad que amerita sea tratado en otras circunstancias, especialmente donde no estén en juego proyecciones de carácter político eleccionario, sino que, despojados de los ‘beneficios’ que pueden obtener, consensúen un proyecto que, más allá de su perfectibilidad, sea el comienzo de una reforma laboral, que contemple tanto a trabajadores y trabajadoras como a los sectores empleadores.

 

Escriba su comentario

Tu email no sera publicado.