Van y vienen. Lo nombres aparecen en un escenario y a los días surgen otras opciones y todo cambia.

Si para los opinólogos, especialistas en las interpretaciones de los mecanismos de la política, encuestadores, formadores de opinión, resulta un "teorema"  que no alcanzan a resolver, es de imaginar lo que sucede con la ciudadanía.

Cuando le "apuntan" a  quien se percibe como uno de los posibles candidatos, alguien "pincha el globo" y la "ruleta vuelve a girar".

La reciente decisión del ex presidente Mauricio Macri, que la hizo pública, de no presentarse como candidato a la presidencia de la coalición de Juntos por el Cambio, abre un abanico de posibilidades, atento a que son varios los que se anotaban desde el PRO y la UCR.

Las expresiones del actual gobernador de Jujuy, presidente del Partido radical a nivel nacional, Gerardo Morales, tienen varias interpretaciones. Por un lado podría sobreentenderse que la ausencia de la figura de Macri, aclara el panorama a sus pretensiones de encabezar la fórmula presidencial, acompañado- se supone- por alguien del PRO.

Por el otro, se suman interrogantes y hacen mucho más confuso el panorama que está viviendo el sector de la oposición.

“Que quede algo claro, hay y habrá un solo presidente, el que gane”,  dijo Mauricio Macri, cuando se lo indagó para conocer quién podría ser el candidato de JxC. Jugó y lo hizo fuerte. No "bendijo" a nadie y eso es sugestivo.

Es evidente que esta decisión política pone sobre el escenario un panorama donde  están: "quiénes ganan y quiénes pierden". Al decidir no  postularse como candidato a la presidencia obliga a oficialistas y opositores a recalcular sus planes.

Tarea nada fácil y que  genera nuevas expectativas en torno a los posibles candidatos con  opciones  ciertas de llegar. Aparecen nombres  que, hasta ahora, se habían reservado, ante las dudas que surgían del silencio- que sobre el particular-el  formador político de JxC, había generado.

También significa un trastorno para el sector de la oposición, llámese coalición Frente de Todos, los "libertarios" que encabeza  Javier Milei y otros en una escala inferior de posibilidades, pero que planean "negociar" su potencial electoral.

Ya se presupone que la vice presidenta Cristina Fernández de Kirchner, estará en alguna grilla de candidatos en el marco legislativo de provincia de Buenos Aires o nacionales. Pero no sería la candidata presidencial del sector Frente de Todos, para ese lugar se reservan los lugares varios candidatos, ninguno- hasta ahora- con suficiente capital electoral como para pretender disputar con éxito la primera magistratura del país.

Asoma Sergio Massa, aunque tiene poderosos detractores. Esta Wado de Pedro, el posible hombre que elija la creadora del Instituto Patria. Permanece vigente  la decisión del presidente Alberto Fernández de competir en una PASO, para ver quién es la cabeza de la coalición y se anotaron varios más, como el caso de Juan Grabois, a quienes se los ve como objeto de presión y procurando un posicionamiento en el marco de una negociación, llegado el caso de un "balotaje".

También aparece Javier Milei, una tercera posición, muy vilipendiada por el radicalismo, que entiende su accionar es favorable a la intencionalidad del kirchnerismo, tal como lo expresado por el gobernador jujeño y precandidato radical Gerardo Morales.

El creador de la Libertad Avanza, no contesta ni ofrece flancos débiles que puedan socavar su lento pero firme crecimiento político, siendo hoy la tercera posición y en caso de una segunda vuelta definitiva el fiel de la balanza que decidirá  quién será el ganador.

Estas divergencias que tienen origen en los apartamientos, por un lado de Mauricio Macri y por otro de Cristina Fernández de Kirchner, está replanteando un frente político nuevo, que tendrá fuertes repercusiones, fundamentalmente en provincia de Buenos Aires, CABA y habrá remezones en Mendoza, Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, estados que todavía están negociando quienes encabezarán las listas para una supuesta confrontación en las PASO de agosto y quienes podrían tener más chances de llegar a octubre o a la segunda vuelta en noviembre.

Como expresamos en un principio: recalcular, es la tarea a la que se han abocado en las últimas horas.

Que saldrá de este reacomodamiento, es difícil saberlo. Lo único real es que se sigue jugando a la política, mientras el país se sacude  en los planos económicos, sociales y  empresario-productivos, ante un índice inflacionario que pone las condiciones y un FMI, que sigue observando sin-hasta ahora- haber expresado una fórmula que ponga freno de mano al quebranto financiero que soportamos.