VIERNES 19 de Abril de 2024
 
 
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Queremos un país de iguales...

Es uno de los pilares fundamentales en los que se basan la Democracia y uno de sus poderes, la Justicia. Las normas que conforman los códigos, así como los artículos que generan la Constitución Nacional, nos están indicando que debemos lograr vivir en un país de iguales.

Es un hecho natural que nada de lo que nos rodea ni que conforme una forma diferente de vida, nos hace superiores o diferentes al otro.

Partiendo de la base que nacemos de la misma forma y que las desigualdades se comienzan a plantear cuando ponemos por delante las circunstancias, fundamentalmente materiales, que nos rodean y que sin la adecuada educación, que parte desde el hogar y se traslada al sistema educativo, no se concretan adecuadamente, caemos en las diferencias.

En un país como el que tenemos es indudable que se han planteado seriamente los escalones que marcan desigualdades muy notorias, que tiene especiales indicadores en los poderes económicos, los que sectorizan el sistema educativo en ámbitos privados reservados para los que pueden pagar, las disimilitudes que se plantean entre el ciudadano-ciudadana de a pie y la clase política, nos señalan que en Argentina: no somos todos iguales.

Cuando analizamos otras sociedades, fundamentalmente las del considerado el "primer mundo", vemos que ellos han logrado establecer reglas que igualan a la ciudadanía.

Se mueven en torno a normas, reglas de conducta, aspectos que hacen a la convivencia, que van poniendo en un escenario único a todas y todos, sin que la presencia de factores de orden económico o político dejen evidenciado que existen las ciudadanas, los ciudadanos, de primera y de segunda.

En la Argentina estamos en la etapa de la recomposición del tejido social. Es realmente una tarea que está demandando enormes esfuerzos, porque llevamos muchos años, durante los que se sumergieron a escalas sociales que nacieron empobrecidas y nada les permitió alcanzar a superar ese estado.

Sus hijos siguieron el mismo camino y hay tres generaciones que son víctimas de la utilización vergonzosa que se hace de sus necesidades primarias. Por ahora nadie repara en ellos. Se han convertido por efecto de la prebenda política en los argentinos de segunda.

Es irritativo, genera rebelión, porque nacimos iguales y no porque existan diferencias en lo económico, dejamos de ser lo mismo. Seguimos en ese plano que debería considerar el orden jurídico, donde todos estamos regidos por las mismas leyes, normas educativas y tenemos los mismos derechos.

"La igualdad fue concebida desde el pensamiento político clásico como un hecho y no como un valor. Desde Aristóteles hasta gran parte del pensamiento ilustrado, la tesis de la igualdad fue razonada con argumentos de hecho".

"Desde la perspectiva de los derechos humanos, la igualdad no se refiere a la semejanza de capacidades y méritos o a cualidades físicas de los seres humanos, sino que es un derecho humano autónomo"

"Este derecho, tal como ha quedado plasmado en la casi totalidad de instrumentos legales de derechos humanos, no es descriptivo de la realidad, es decir, no se presenta en términos de ser, sino de deber ser. Es más, la gran innovación introducida por la doctrina de los derechos humanos es haber hecho del principio de igualdad una norma jurídica. Esto quiere decir que la igualdad, es un valor establecido precisamente ante el reconocimiento de la diversidad humana."

Esta introducción sirve como base para sustentar el porqué pensamos que existe una tendencia política que marca claramente que algunos están por encima de los demás miembros de la sociedad.

La vicepresidenta de la nación, Cristina Fernández de Kirchner, quedó expuesta como una ciudadana más a los considerandos de una sentencia judicial que determinó que el fallo que recayó sobre ella y algunos de sus colaboradores, tiene un razonamiento jurídico, que podrá discutirse, para ello existen instancias superiores hasta llegar a la Corte Suprema. Pero tiene la contundencia de dejar manifestado que ante la ley somos todos iguales.

Esta determinación judicial puso en claro, que cuando se trata de analizar contingencias que podrían ser delictivas, de nada valen exponer argumentos que pretendan eximirlos de responsabilidad, cuando los elementos probatorios en autos, marcan claramente cómo fueron manejados los fondos del Estado. En síntesis, qué se hizo con la plata de todos los argentinos.

Por eso sostenemos que anhelamos un país de iguales. Donde todos  tengamos los mismo derechos y por consiguiente las mismas obligaciones. Nada nos exime por tener títulos, fortunas, cargos o trayectorias políticas, estamos por encima de estos aspectos.

Llegar a este logro sería como un nuevo comienzo. Reconstruir una nueva sociedad. Materializar una forma sólida de convivencia, de respeto y consideración hacia quienes nos rodean, no interesa el género, color de piel, pobre o rico, letrado o iletrado.

Sería repensar en una nueva Argentina, para y de todos.

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