Las escuelas pampeanas no son ajenas a los hechos de violencia que suceden en los establecimientos educativos de todo el país. En la ciudad de Toay, en particular, han ocurrido varios episodios que pusieron en alerta a docentes, padres y generan temor a los propios alumnos. Por esa razón, efectivos de la comisaría 5ª cumplen con una tarea de prevención y se hacen presentes con patrulleros en el momento del ingreso y la salida.
En las últimas semanas el epicentro del conflicto se produjo en el Colegio Olga Orozco, que se encuentra en estado de alarma tras la denuncia pública de una madre. Según su testimonio, un alumno de 5º año ingresó al establecimiento con una cuchilla de 30 centímetros.
De acuerdo con sus dichos, esta no fue la primera vez que lo hizo, ya que en alguna oportunidad anterior había ingresado “con un arma”.
Lógicamente, estos episodios generaron enorme preocupación en la comunidad educativa. La intervención de la policía, que diariamente hace estos operativos de prevención, aporta un poco de calma, pero el temor de los padres aún persiste.
En otros colegios toayenses también hubo incidentes y peleas entre grupos de alumnos, en algún caso con intervención de familiares. Por esa razón, la presencia de uniformados se torna necesaria.
Agencia Santa Rosa
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