JUEVES 02 de Mayo de 2024
 
 
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Panorama incierto

La Argentina no logra estabilizarse y mucho menos tener un escenario previsible que le permita elaborar políticas de Estado. En un mundo convulsionado y ahora presionado por la posibilidad de reacciones armadas que gravitarían seriamente en la mayoría de las naciones, es un presente dudoso.

Mientras estas alteraciones socio-político-comerciales se producen, con las limitaciones que emergen del resultado de las decisiones soberanas que han alineado a la Argentina con Israel y los EEUU y que han generado posicionamientos discutibles ante el compromiso que asume el país en un posible escenario bélico.

En tanto se da esta discusión se sacuden los escenarios políticos nacionales ante las dificultades que se plantean a nivel legislativo, donde deben resolverse la aceptación del DNU y la conformidad a la nueva y recortada Ley Base que ya es materia de discusión en la Cámara de Diputados.

Claramente se perciben las divergencias que ya no son solo del oficialismo y los sectores opositores dialoguistas con el kirchnerismo y los ámbitos que, enrolados en el peronismo y distanciados de UxP, se muestran remisos a aceptar con condicionamientos y presiones los proyectos que enviara el presidente Javier Milei.

Son muy marcadas las diferencias. La oposición dialoguista teme una votación en particular caótica si no se revisa punto por punto el articulado de la Ley Base modificada. Mientras que hay una gran incertidumbre por una nueva improvisación oficialista en Diputados. Arrecian las críticas a Martín Menem y al flamante jefe de bloque libertario, Gabriel Bornoroni.

En ese estado confuso, todos los sectores dialoguistas están procurando alcanzar algún nivel de entendimiento que permita dar tratamiento, sin condicionamientos, a las normativas que requiere el presidente de la Nación para poder llevar a cabo su plan de transformación.

Las internas oficiales se han mezclado con los posibles acuerdos. El juego de Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, y Karina Milei, secretaria General de Presidencia, que hoy aparece decididamente como “El Jefe”, está dejando muchos vacíos legislativos, en los cuales deberían desarrollarse espacios de consenso, si es que se quiere arribar a determinaciones positivas para el gobierno.

Las reuniones del Ministro del Interior y Jefe de Gabinete con legisladores oficialistas y opositores dialoguistas sigue sin consolidarse y se mueven en un “barrial” donde las “patinadas” son aprovechadas por los sectores opositores que no transan con ningún acuerdo.

Todo se mezcla con todo, esto nos hace recordar parte de la letra del tango “Cambalache”: “Vivimos revolca’os en un merengue Y, en el mismo lodo, todos manosea’os”. Una realidad que Enrique Santos Discépolo vió en 1934, cuando le dio “vida” a una reflexión sobre el mundo en que vivimos.

Se hace difícil establecer parámetros serios, coherentes, que nos permitan analizar el presente y qué nos depara el futuro. Más allá de las coincidencias o disidencias que se puedan tener con el staff gobernante, tener la posibilidad de saber a qué atenerse.

Hoy esta oportunidad no la tiene ningún argentino, y hasta nos atreveríamos a decir que tampoco los miembros del gabinete del presidente Javier Milei, atento a los cambios y desautorizaciones que plantea en forma constante y que frustran acuerdos logrados con legisladores y gobernadores dialoguistas.

En ese marco de desinteligencias, luchas intestinas para lograr más poder, hoy, estamos plegándonos sin condicionamiento alguno a ser una nación que conforma un bloque con Israel, país envuelto en un acto beligerante provocado por el gobierno Iraní que sostuvo que ya había concluido su represalia al ataque sufrido el 1 de abril atribuido, a Israel, contra el edificio del consulado de Irán en Damasco.

Los países del Medio Oriente, se mantienen desde hace muchos años en constantes guerras internas, que tienen episodios muy graves, pero que jalonan la historia de esos territorios enfrentados en lo político, social y fundamentalmente religioso.

Irán anuncia que ya terminó el ataque y promete estar preparado si sufre alguna represalia. Sabido es que Israel mantiene reuniones con diversos ámbitos internos y externos, entre ellos EEUU porque estaría evaluando una reacción ante el avance armado sufrido.

En la ONU y otros sectores indican que se moderen las reacciones, en tanto se prevee, que si no se baja el tono de estas acciones bélicas se podría correr el riesgo del inicio de una guerra que se generalice al mundo.

Todo indica que se viven momentos difíciles, con alertas de diverso alcance, en tanto se suponen que podrían existir atentados de fuerzas de choque iraníes dispersas en el mundo, donde sectores como el grupo terrorista Hezbollah, habrían anunciado posibles acciones en distintas partes el orbe.

Esto ha promovido que España, Francia, Reino Unido, Argentina, entre otros, hayan comenzado a tomar medidas de control en sus fronteras para evitar la filtración de grupos pertenecientes a organizaciones terroristas.

No es el mejor momento ni de Argentina ni del mundo en general. Las luchas por el poder están carcomiendo las grandes democracias y hoy se está ante dilemas de difícil respuesta.

Hablar de futuro es una gran utopía y representa un camino donde -por ahora- sólo se perciben dificultades. Ni tibios ni excedidos en audacia, fundamentalmente criteriosos y prudentes, sin dejar de defender los intereses de la Argentina y su profundo sentimiento de libertad.
 

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