VIERNES 19 de Abril de 2024
 
 
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Operativo clamor en marcha

El manejo de los tiempos políticos, es uno de los mecanismos que -normalmente- pone en práctica la vicepresidenta en ejercicio, Cristina Fernández de Kirchner. 

Una nada despreciable virtud, a los apurados los lleva el ‘diablo’. Solo la justeza es la que puede brindar mayores posibilidades, sin que esto signifique que puede ganar o lograr sus objetivos. Lo cierto es que está más cerca de obtenerlo.

En un inteligente movimiento, comenzó a restarle poder a La Cámpora, que sirvió a sus propósitos, pero fue adquiriendo un notable ‘músculo’ y a imponer decisiones. Esta situación no es del agrado de la fundadora del Instituto Patria.

En razón de estos aspectos y otros que hacen al quehacer político, encaminó a través del dirigente Andrés ‘Cuervo’ Larroque, una línea que responde directamente a ella y se denomina: ‘La Patria es el Otro’.

Esta nueva agrupación creada por Larroque con el apoyo de Cristina Kirchner, tiene como objetivo marcarle los límites a la línea extrema kirchnerista y generar un movimiento interno dentro de los cuadros, que sostienen que la presidenta del Senado, debe ser la candidata.

Para ello forjan un encuentro masivo para el 11 de marzo, en los pagos de Jorge Ferraresi, en el que se sostendrá la meta, el operativo ‘clamor’, más allá del ‘metamensaje’ de la dirigente, que insiste que ‘no estará en ninguna lista’.

Se hace difícil evaluar con cierta justeza, cuál será el rumbo que finalmente tendrá la coalición Frente de Todos. Allí se perfilan, por lo menos dos candidatos más, Alberto Fernández, que ha ratificado su intención de competir por la reelección y Sergio Massa, como el ‘ancho de espadas’ reservado, dadas las recientes mediciones que le otorgan más chance que a los otros dos oponentes, al tener indicadores positivos.

Cristina, es indiscutiblemente la que posee el núcleo duro, que logró el piso necesario que catapultó a la coalición oficialista a constituirse en el actual gobierno.

Este aspecto le confiere una autoridad sobre el resto, atento a que la mayoría responde a sus órdenes. No obstante, dadas las contingencias distorsivas que enfrenta el Frente de Todos, se hace muy dificultoso poder establecer que estrategias, de las implementadas, dará resultados, frente a los candidatos de la oposición.

No es el primer intento del ministro de Desarrollo del Gobierno de la provincia de Buenos Aires de generar un armado que rompa los rígidos límites organizativos de La Cámpora.

Solo basta recordar que durante el segundo mandato de Cristina, el ministro de Kicillof fue uno de los impulsores de ‘Unidos y Organizados’, un intento que se diluyó por la fuerte influencia de Máximo Kirchner, titular de esa organización.

Hoy ese objetivo recibió la ‘bendición’ de Cristina, más allá que puede originar un roce con su hijo. Este nuevo movimiento kirchnerista integra a figuras del sindicalismo kirchnerista como Walter Correa, Vanesa Siley y Pablo Moyano. Además de organizaciones políticas como Descamisados, Kolina, Peronismo Militante y la Corriente de la Militancia.

No han trascendido detalles del acto y no se sabe si estará presente la Vicepresidenta que, aún permanece en El Calafate, sin conocerse la fecha de regreso a Buenos Aires.

Sí, el entorno de Andrés Larroque, señala que será el lanzamiento del ‘objetivo clamor: Cristina Presidenta’. Después de esa fecha se podrán tener indicios de las organizaciones gremiales, empresarias, líneas políticas del peronismo, entre otras, que se vayan sumando a esta movida que pretende abarcar a todo el país.

Nada hace predecir que se renueve la promesa del ‘volvemos mejores’.

Esa instancia se agotó ante el notable fracaso de Alberto Fernández elegido por ella para cubrir sus manejos del Ejecutivo, ante la imposibilidad de competir con posibilidades de triunfar.

No vemos como el fin ‘clamor’ puede materializar un vuelco de la opinión ciudadana que hoy, ante las dificultades que planteó un gobierno que no acertó con las medidas adecuadas, está pronta a buscar otras opciones. Y así ha quedado reflejado en distintas encuestas de opinión.

Pero en este país, nadie puede asegurar nada a futuro. Solo resta tener esperanza que todavía hay un mañana, aunque no sabemos quién será el hacedor político que tenga tamaña responsabilidad.
 

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