Milei estuvo acompañado por su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el canciller Gerardo Werthein; el portavoz presidencial, Manuel Adorni, y el embajador ante la Santa Sede, Luis Beltramino.

Ambos líderes abordaron “temas de interés común, entre ellos las tendencias socioeconómicas, la lucha contra la pobreza y el compromiso en favor de la cohesión social”, según informó la Santa Sede. También discutieron cuestiones sociopolíticas de alcance regional e internacional, con especial foco en los conflictos en curso, y se remarcó la necesidad de un compromiso urgente para apoyar la paz.

Luego del encuentro con León XIV, el jefe de Estado argentino se reunió con el secretario de Estado vaticano, cardenal Pietro Parolin, y con el subsecretario para las Relaciones con los Estados, monseñor Miroslaw Wachowski, donde se reafirmó el mutuo aprecio por las relaciones bilaterales y la intención de profundizarlas.

La audiencia tuvo lugar en la biblioteca del apartamento pontificio, en la Segunda Logia del Vaticano, y se desarrolló en un clima “cordial”, según destacaron ambas partes. Milei continuará su gira internacional con escalas en España, Francia e Israel.

Obsequios y confirmación de viaje

La audiencia representó un claro gesto de acercamiento con la Santa Sede y, según confirmaron fuentes diplomáticas, León XIV le expresó personalmente a Milei que tiene previsto visitar Argentina, sin una fecha aún definida.

También Milei y el Papa intercambiaron obsequios cargados de simbolismo y raíces culturales. Entre los regalos entregados por Milei se destacaron: Una teca de plata 900 para guardar hostias consagradas, con el escudo pontificio en relieve, detalles dorados y una guarda tallada con flores de ceibo, la flor nacional argentina; un poncho de vicuña tejido por artesanos de Catamarca; una caja con conitos de dulce de leche, galletitas de limón y un frasco de dulce de leche tradicional; un documento histórico de 1642 sobre la fundación del Convento de San José de la Orden San Agustín en San Juan, acompañado de un libro sobre la Iglesia San Agustín de Buenos Aires escrito por el sacerdote Pablo Hernando Moreno.

Por su parte, el Papa León XIV obsequió un mosaico con la imagen de la Basílica de San Pedro, realizado sobre cerámica con técnica vitrificada y acompañado por una nota que resalta su valor artístico y religioso.