LUNES 08 de Diciembre de 2025
 
 
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Los F-16 volaron sobre la Plaza de Mayo y Río Cuarto 

Milei fortaleció su alianza con las FFAA, fue crítico con el kirchnerismo y fijó su definición sobre la soberanía

La presentación pública de los seis primeros F-16, de un total de 24 que fueron adquiridos por el Gobierno a Dinamarca, combinó una mañana sabatina atípica en Buenos Aires y en Córdoba, donde Javier Milei reivindicó el valor las Fuerzas Armadas y criticó al kirchnerismo.

 

El acto estuvo encabezado por el presidente, que fue acompañado por el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, y los ministros Luis Petri (Defensa), Diego Santilli (Interior), Luis Caputo (Economía), Federico Sturzenegger (Desregulación) y Pablo Quirno (Cancillería), entre otros, y los jefes de las tres Fuerzas Armadas y el Estado Mayor Conjunto.

 

En Río Cuarto, familias, banderas argentinas, mate y veteranos de las Fuerzas Armadas se mezclaron en una escena donde la curiosidad tenía un tinte emotivo.

 

Milei eligió el evento como doble plataforma: destacar la magnitud histórica de la compra y enviar un mensaje político interno con elogios, reproches al kirchnerismo y definiciones estratégicas.

 

Insistió en que la llegada de los cazas representa la recuperación del poder supersónico de la Fuerza Aérea, una mejora insoslayable tras décadas de dependencia de flotas antiguas con capacidad disuasiva limitada. Es que los míticos Mirage que pelearon en la Guerra de Malvinas ya son historia.

 

La noción de “restitución” fue transversal a toda la jornada. Milei sostuvo que las Fuerzas Armadas fueron “destratadas durante décadas” por “intereses ideológicos y partidarios”, una responsabilidad que adjudicó directamente al kirchnerismo. Señaló que los gobiernos previos desfinanciaron la defensa, demonizaron a los militares y degradaron el vínculo con la sociedad civil. Presentó la compra de aviones como la consecuencia de un “giro histórico” y una reivindicación del rol de las Fuerzas Armadas en la vida nacional.

 

El Presidente dedicó varios tramos a la crítica al kirchnerismo y lo acusó de usar la memoria de la última dictadura para obtener rédito político y crear un clima en el que las Fuerzas Armadas quedaron como enemigos internos antes que como instituciones profesionales. “No hay soberanía sin prosperidad económica y sin fuerzas capaces de defenderla”, afirmó.

 

El acto también incluyó la transición en el Ministerio de Defensa. Luis Petri, uno de los ministros del Gabinete más elogiado por Milei, dejará su cargo para asumir como diputado nacional. Milei sostuvo que la adquisición de los F-16 era “su legado” y elogió su desempeño como “notable”, pero aprovechó para justificar la designación del teniente general Carlos Alberto Presti como sucesor. Defendió el nombramiento, desestimando críticas “infantiles” y resaltando la idoneidad profesional y la integridad moral de Presti. Diferenció estos valores de ‘la casta política‘ y presentó el cambio como profesionalización, no como un retroceso.

 

En el cierre, Milei reincidió en la mística libertaria: habló de ‘la fuerza del cielo‘, de la protección divina, del destino histórico argentino. Una mezcla de retórica religiosa, épica libertaria y relato fundacional que buscó dotar de trascendencia a la jornada, con los F-16 como símbolo de una nueva etapa.

 

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